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Parado ya en el borde de la cornisa se lo ve conversando con sus amigos, ultimando detalles del salto. Uno de ellos es el encargado de filmar la arriesgada prueba, y el hombre le pregunta si estaba grabando, antes de iniciar la cuenta regresiva y saltar.
De fondo se escucha a una mujer evidentemente nerviosa y junto un niño pequeño. Finalmente el paracaídas se despliega sin inconveniente y el hombre aterriza en un patio contiguo, ante el alivio de todos los espectadores del peligroso testeo, según comparte el portal Que.es.