El creciente número de casos de cortes de trenzas y algunos de cortes de barbas han despertado alarma, pero además está degenerando en episodios de violencia en algunos lugares donde la gente se ha tomado la justicia por su cuenta y ha atacado a personas inocentes tomándolas por asaltantes.
Hasta el momento, según la sala de control policial de Srinagar, se han producido 49 asaltos en los que se cortó el pelo a la víctima y otra treintena de intentos fallidos.
Un alto cargo del centro de control de la Policía de Srinagar indicó a Efe que hoy se han puesto en vigor “restricciones” en la jurisdicción de siete estaciones policiales de esta ciudad, capital de verano del estado Jammu y Cachemira, en el norte de la India. “Estas restricciones han sido impuestas para mantener la ley y el orden”, agregó la fuente, que prefirió no ser identificada.
Las restricciones, que normalmente suponen cortes en la conexión a Internet, la limitación del derecho de reunión y la imposibilidad de transitar por determinadas zonas, se han visto acompañadas además por un paro general convocado por los separatistas, que ven detrás de estos asaltos una maniobra del Gobierno para minar la moral de los cachemires.
“Es una conspiración bien pensada para debilitar la lucha del pueblo cachemir”, indicó a Efe telefónicamente el líder separatista Syed Ali Geelani, en prisión domiciliaria desde 2010. “¿Quién más si no la Inteligencia india y las agencias de seguridad pueden hacer estas conspiraciones?”, agregó.
El propio Geelani y los también separatistas Mirwaiz Umar Farooq y Muhammad Yasin Malik suscribieron hoy un comunicado en el que afirman que “cortar trenzas es un gran desafío”, puesto que “está en juego la dignidad de las mujeres”.
“En modo alguno, nos harán abandonar nuestra resistencia y buscaremos el derecho a la autodeterminación”, dijeron al responsabilizar de los hechos a las fuerzas indias.
Las autoridades tampoco lo están pasando bien. La jefa de Gobierno de Jammu y Cachemira, Mehbooba Mufti, pidió este fin de semana a la Policía que acelere las investigaciones para dar con los culpables. Sin embargo, el inspector general de la Policía de Cachemira, Munir Khan, reconoció a Efe que no tienen pistas.
“Los testigos hasta el momento se han negado a cooperar y la Policía no es capaz de rastrear a los delincuentes”, dijo. En lugar de ayudar, lamentó Khan, la gente se ha tomado la justicia por su cuenta lo que se ha traducido en palizas y asaltos a gente inocente.
Incluso, seis turistas que se perdieron y acabaron en un pueblo fueron tomados la noche del domingo por “cortapelos” y debieron ser rescatados por las autoridades, según informó la Policía hoy en un comunicado.
El pasado viernes, un anciano de 70 años fue apedreado y asesinado por una turba en el distrito de Anantanag en el sur de Cachemira que le acusó de cortar trenzas, indicó a Efe un oficial de Policía de la oficina de control.
“No sabemos mucho de los delincuentes hasta el momento, pero hemos formado equipos de investigación especiales en cada distrito y esperamos alcanzar una conclusión pronto”, señaló Khan. “Pedimos a la gente que no recurra a hacer de vigilantes y que cooperen con la Policía”, añadió.