De esta manera, los animales reciben durante todo el verano helados hechos con alimentos que forman parte de su dieta; en el caso de los felinos los picolés son de sangre y carne, y en el caso de los osos, de frutas.
La bióloga Laura Nunhes, coordinadora del zoológico, explicó a EFE que es “importante” que se realicen este tipo de acciones ya que “los felinos y los osos son los animales que más sufren con el calor porque proceden de ambientes con temperaturas más amenas”.
En este sentido, más allá de los polos helados, el zoológico ha instalado aspersores que funcionan durante todo el día en las jaulas de los animales así como aire acondicionado en los recintos adecuados para que los animales duerman.
“Los animales reciben los picolés como forma de distracción y de beneficio; se les proporcionan tres veces a la semana como atractivo en su dieta”, explicó la bióloga.
Además, también tienen cocos helados como forma de tentempié para refrescarse y protegerse de las altas temperaturas.
Sin embargo, no se trata de los únicos animales que cuentan con algunos placeres para sofocar el calor. Los elefantes del recinto también obtienen dos duchas al día por parte de sus cuidadores para refrescarse.
La temperatura en Río de Janeiro han llegado a superar los 40 grados centígrados en los primeros días del verano austral, que comenzó el 21 de diciembre pasado.