Bonillo, natural de valencia (este de España) llevaba 59 horas cortando jamón en la tienda de productos españoles del centro de París para la que trabaja pasadas las 20:00 locales (16:00 hora paraguaya), y tenía intención de continuar por la noche.
Hasta ese momento, había convertido en lonchas 38 jamones que en peso suponen 125 kilos y que van a ser donados a una obra de caridad, explicó a EFE el propietario del establecimiento Les Grands d'Espagne, José Luis Bilbao.
Bonillo, eufórico, bromeó con seguir hasta el mes de marzo.
“La organización se está adaptando porque no pensábamos que llegara tan lejos”, comentó Bilbao.
Bonillo, que en noviembre de 2013 impuso un primer récord al alcanzar las 33 horas, comenzó este nuevo reto el martes poco después de las 09:00 hora local (05:00 hora paraguaya).
La actual marca estaba en posesión del también español Gregorio Pérez, quien en septiembre del año pasado superó en Valladolid las 40 horas.
Bilbao indicó que Bonillo había cuenta con la ayuda de un preparador físico antes y durante la prueba.
A diferencia de hace dos años, cuando avanzó prácticamente a un jamón por hora, este año se marcó un ritmo más lento, con lo que agotó menos sus brazos, y cambió más de mano el cuchillo. Pero, como entonces, no utilizaba cada hora los cinco minutos de descanso autorizados, y en su lugar los agrupaba en periodos de tiempo más amplios para optimizar el reposo.
El joven valenciano se ha distraído, mientras le daba al cuchillo con películas como Piratas del Caribe, Hércules y El día de la Bestia. También tuvo la visita de amigos y curiosos, que por momentos hicieron que el ambiente se asemejara “más a un bar de copas que a un Guinness”, según el relato de Bilbao.