Ricky Jackson, un afroamericano estadounidense de 57 años, había sido acusado por error en 1975 de asesinato sobre la base del falso testimonio de un adolescente de 12 años, que al llegar a la edad adulta reveló que había mentido y que nunca había visto el crimen.
El prisionero había sido condenado a la pena capital tras ser declarado culpable de haber golpeado, con dos cómplices, arrojado ácido y disparado dos veces a un hombre que había ido a cobrar la renta de un comercio. El autor de los disparos también hirió gravemente de un balazo a la mujer del propietario del local.
“Todos los cargos fueron abandonados y (Jackson) recuperó la libertad” a las 09H00 de la mañana (14H00 GMT), dijo a la AFP Joseph Frolik, director de comunicaciones de la oficina del fiscal del condado de Cuyahoga.
Jackson fue declarado inocente sobre la base del nuevo “relato del testigo, quien tenía 12 años” en la época de los hechos, agregó el funcionario.
Según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte, se trata del 148° prisionero declarado inocente estando en el corredor de la muerte en Estados Unidos desde 1973, y el quinto este año.