Peligros que acechan al gato en casa

Quien tenga un gato en casa lo sabe muy bien: cuando el felino no está dormitando, la vivienda se convierte en un campo de juegos para él. Y aunque a primera vista no lo parezca, hay lugares que pueden suponer un gran peligro.

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- Ventanas entreabiertas:

Si los gatos se quedan atorados en ellas, pueden sufrir graves heridas internas.

"Las consecuencias pueden ser una rotura de huesos o pinzamientos de nervios", advierte Melitta Töller, de la organización protectora de animales Vier Pfoten (cuatro patas), en Alemania.

Lo más seguro es por ello dejar las ventanas siempre cerradas y llevar al gato a otra habitación cuando estemos ventilando una.

Töller da un consejo a los dueños que pese a todo quieran tener entreabierta la ventana: "Se puede poner un tope de madera gruesa en la ranura", indica.

Además, en las tiendas se pueden comprar también barrotes protectores, concebidos para que los gatos no puedan trepar por ellos.

- Balcón:

Hay clichés que se mantienen sin razón y el de que los gatos tienen siete vidas es uno. También el de que caen de pie cuando lo hacen de una gran altura.

Eso no es así, dice Astrid Behr, de la Asociación de Veterinarios en Ejercicio en la ciudad alemana de Fráncfort. Los gatos pueden sufrir heridas muy graves en esos casos e incluso morir.

"No obstante, el peligro de resultar heridos cuando caen de baja altura es muy grande", indica. "Cuando la altura es mayor, el gato tiene tiempo para darse la vuelta en el aire y caer sobre sus patas. Si solo hay un par de metros, eso ya no puede hacerlo".

La roturas de mandíbulas y las fracturas de pelvis están a la orden en estos casos.

Behr aconseja a los dueños de gatos que tengan un balcón en casa que este esté siempre protegido por una red, independientemente de la altura en la que vivan.

La tela metálica habitual no es apropiada porque el gato puede trepar por ella. Una opción es, según Töller, el plexiglas.

"Debe ser lo suficientemente alto para que el gato no pueda saltar por encima", indica.

- Plantas:

No todo lo que es verde debe estar en casa. "Entre las plantas venenosas están el helecho, el ficus, el jazmín y la adelfa", dice Marius Tünte, de la Asociación de Protección Alemana en Bonn.

Quien dude de cuáles son las plantas venenosas para los felinos, debe buscar información.

- Lavadora y secadora:

Los gatos usan estos electrodomésticos como lugares para dormir, advierte Tünte.

Por eso hay que echar siempre una mirada antes de ponernos en marcha. Para estar más seguros, lo mejor es mantener siempre la puerta cerrada.

- Cortinas:

A los gatos les encanta trepar y no hacen una excepción con las cortinas.

"El problema es que una vez que llegan arriba tienen problemas para bajar", dice Behr. En cuanto se vea al gato prepararse para trepar la cortina hay que ahuyentarlo dando palmadas o con lanzándole un "¡no!" muy claro.

Cuando llega a casa un gato joven, lo mejor es no permitir desde el principio que le agarre el gusto. "Se puede pulverizar la tela con zumo de limón rebajado en agua. Eso mantendrá lejos al gato", indica Töller.

- Piezas pequeñas:

Bolitas de papel sobre la alfombra, un botón arrancado, una pastilla caída o una aguja extraviada pueden convertirse en grandes peligros para el gato si se los lleva a la boca, advierte Behr.

"Sobre todo las agujas son una fuente de grandes peligros si el gato se traga una", añade.

Puede provocar heridas internas y el hilo se puede enredar en el intestino. Por eso hay que limpiar con frecuencia las alfombras y asegurarse de que no hay objetos sobre ellas.

- Lugares calientes:

Las planchas, los hornos y los quemadores de la cocina son lugares a los que no deben acercarse los felinos.

"No hay que perder de vista al gato mientras se cocina y jamás se le debe dejar solo en un lugar en el que haya aparatos a alta temperatura", aconseja Tünte.

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