Al principio, el modo más agradable para el perro es trotar relajadamente. Su dueño puede alternar períodos sucesivos de cinco minutos en los que su mascota trota y cinco en los que camina. La distancia se podrá ir incrementando en cada nueva sesión, explica el entrenador de perros Anton Fichtlmeier.
La persona que quiera salir a correr con su perro una distancia de más de diez kilómetros debería consultar primero a un veterinario, aconseja.
No todos los perros están en condiciones de realizar este tipo de actividad: las razas de patas cortas se cansan mucho en tramos muy largos. Asimismo, los perros más viejos y aquellas razas de hocicos achatados, como el Pug o el bulldog francés, no son aptos para correr.
Tampoco es aconsejable correr con cachorros que no llegan a los doce meses porque sus músculos y huesos son todavía demasiado frágiles para ejercicios más exigentes, apunta este experto.
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