Cargando...
Un disfraz, por ejemplo, puede limitar la capacidad de movimiento del perro y también su expresión corporal.
Además existe el peligro de que el animal quede atrapado en algún lugar por el disfraz o por los accesorios y de que sufra estrangulamiento en el peor de los casos.
Tampoco los desfiles de carnaval son lugar para las mascotas. El ruido y la afluencia de gente puede provocarles estrés y miedo.
Y los cristales de botellas rotas que muchas veces se encuentran por las calles pueden causarles heridas que pueden llegar a ser graves.