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Kai Kreling, un veterinario especialista en equinos, señala que se trabaja con limas eléctricas ya que las manuales no son tan precisas. Para mantener abierta la boca del caballo durante el tratamiento se utiliza un espéculo veterinario dental.
Este método es común hoy en día. Hace unos años el tratamiento era bastante diferente, ya que tradicionalmente eran los herreros los que hacían esta tarea, y utilizaban las mismas limas con las que arreglaban las pezuñas de los animales.
La medicina veterinaria actual está bastante avanzada. "Ya es posible extraer dientes en el establo, de manera que los animales no deben ser trasladados a clínicas especiales", señala Dieter Campe de la Sociedad Protectora de Animales en Alemania. Los implantes también dejaron de ser una rareza.
Para las personas, una visita al dentista se convirtió casi en una rutina, pero para muchos dueños de caballos es una novedad que también estos animales deban someterse a un control periódico de su dentadura.
"El heno con el que se alimentan los caballos es en realidad demasiado blando", apunta la veterinaria Nina Röding. "La mandíbula era utilizada para triturar la grama durante todo el día, mientras que hoy en día muchos caballos comen sólo forraje", agrega. De esta manera, las muelas se desgastan de manera irregular y puede causar el desarrollo de espuelas afiladas que deben ser limadas ya que podrían clavarse en la mejilla o la lengua del caballo.
Una visita al dentista abarca varias tareas. "En caballos jóvenes hay que revisar si se desarrolla correctamente el cambio de los dientes de leche a la dentición permanente", dice Campe. La revisión se hace en caballos a partir de los tres años. Pero también los caballos adultos necesitan controles regulares.
"A veces hay que extraer una muela o se caen los dientes", explica Roeding.
No es sencillo reconocer el desgaste de los dientes, pero sin embargo hay algunas señales. "Si el caballo ya no come, babea o forma pequeños bolos de heno entre la mejilla y los dientes es conveniente que un veterinario revise su boca", Kreling.
Incluso los dueños pueden realizar un control de la boca del animal, sobre todo de los incisivos. Al levantar el labio del equino se puede ver si el desgaste de los incisivos es uniforme o si tienen algún tipo de decoloración.
Una caballo con dentadura sana come tranquilo y la mandíbula muestra movimientos regulares al masticar. Para apoyar este proceso, es conveniente que el animal tenga acceso al heno durante un largo período de tiempo. Se pueden colgar redes de heno para que puedan seguir comiendo en pequeñas cantidades, facilitando así su digestión y el desgaste regular de su dentadura.
El control de los dientes se realiza por lo general una vez al año junto con la vacunación. Un cirugía dental tiene una duración de no más de media hora. Después de la extracción el caballo no puede comer nada hasta que no se recupere totalmente de la anestesia.