Cuidado ocular en perros de cara plana: por qué los braquicéfalos necesitan atención extra

Perro de raza Pug.
Perros de raza Pug.Shutterstock

Los adorables perros braquicéfalos, como pugs y bulldogs, no solo roban corazones; su anatomía les expone a problemas oculares críticos. Con un enfoque proactivo y cuidados óptimos, sus dueños pueden asegurarles una vida feliz y saludable.

Los ojos grandes y expresivos de pugs, bulldogs, shih tzus o boston terriers han conquistado hogares y redes sociales. Pero esa misma anatomía —fruto de cráneos acortados y órbitas poco profundas— los expone a un abanico de problemas oftálmicos que requieren vigilancia constante.

Veterinarios de varias especialidades coinciden: los perros braquicéfalos necesitan un plan de cuidado ocular más riguroso que otras razas.

Una anatomía encantadora… y vulnerable

Los braquicéfalos presentan fisuras palpebrales más amplias y globos oculares más prominentes. Con frecuencia no cierran completamente los párpados al parpadear o al dormir (lagoftalmos), lo que favorece la desecación de la córnea y las microlesiones.

Perro de raza Pug.
Perro de raza Pug.

Los pliegues nasales pueden rozar el ojo (triciasis) y los párpados tienden a enrollarse hacia adentro en la comisura medial (entropión medial), haciendo que las pestañas o pelos irriten de manera crónica la superficie ocular.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

El conjunto predispone a cuadros como úlceras corneales, queratitis pigmentaria (manchas oscuras en la córnea por irritación persistente), “ojo seco” o queratoconjuntivitis seca, proptosis (salida del ojo de la órbita tras un traumatismo), conjuntivitis recurrente e infecciones.

En climas secos o con aire acondicionado constante, el riesgo de daño por exposición aumenta.

Señales de alerta que no deben ignorarse

El dolor ocular en perros puede ser sutil. En braquicéfalos, un leve entrecerrar del ojo, frotarse la cara contra superficies, evitar la luz, lagrimeo excesivo o secreciones mucosas son pistas de que algo no va bien.

Shih Tzu.
Shih Tzu.

El enrojecimiento persistente, la opacidad corneal, los vasos sanguíneos visibles sobre la córnea o un cambio súbito en el tamaño o la posición del globo ocular exigen revisión veterinaria inmediata. Una úlcera corneal no tratada puede perforarse en horas.

Prevención: pequeñas rutinas, gran diferencia

La higiene diaria de los pliegues faciales reduce la irritación.

Mantener el pelo alrededor de los ojos corto —con un corte profesional y seguro— limita el roce.

Shih Tzu.
Shih Tzu.

En perros con cierre palpebral incompleto, los veterinarios suelen recomendar lubricantes o geles oftálmicos para proteger la superficie corneal, especialmente antes de dormir o en viajes largos.

Los paseos deben ser con arnés, no con collar, para evitar presión cervical que pueda agravar problemas respiratorios y oculares. En casa, conviene minimizar corrientes de aire directo, polvo y productos irritantes.

Durante el juego, es prudente evitar juguetes con puntas o ramas que puedan golpear los ojos, así como superficies abrasivas si el perro tiene el hábito de “bucear” con la cara.

Las revisiones oftalmológicas periódicas son clave. Aunque no haya síntomas, un examen con tinción de fluoresceína, medición de la producción lagrimal y evaluación de párpados y pliegues permite detectar lesiones incipientes y ajustar el manejo. Muchos especialistas aconsejan controles al menos anuales y, en perros con antecedentes de úlceras o queratitis pigmentaria, más frecuentes.

Tratamientos disponibles y cuándo considerar la cirugía

La mayoría de las irritaciones leves responden a higiene, lubricación y medicación tópica pautada por el veterinario.

Perro pug anciano.
Perro pug anciano.

En casos de ojo seco, los inmunomoduladores pueden reactivar la producción lagrimal. Las úlceras requieren abordaje inmediato para evitar complicaciones: desde colirios antibióticos y analgésicos hasta procedimientos como lentes de contacto terapéuticas o injertos, según la profundidad.

Cuando la anatomía perpetúa el problema, la cirugía puede mejorar de forma sustancial la calidad de vida. La cantopexia medial o canto-plastia reduce la abertura palpebral y limita la exposición corneal; la resección del pliegue nasal disminuye la triciasis; y la corrección del entropión medial evita el roce constante.

En perros con síndrome braquicefálico, las cirugías respiratorias (como la ampliación de narinas y el recorte del paladar blando) también pueden favorecer una respiración nasal más efectiva y una mejor hidratación del ojo.

El coste invisible del “aspecto tierno”

El auge de razas braquicéfalas ha reavivado el debate sobre bienestar. Organizaciones veterinarias aconsejan a los criadores priorizar rasgos funcionales —órbitas menos superficiales, pliegues moderados, narinas abiertas— para reducir el riesgo de enfermedad.

Para los propietarios, la decisión responsable empieza antes de la compra o adopción: conocer la predisposición de la raza, solicitar pruebas y antecedentes de salud y planificar el mantenimiento a largo plazo.

Qué pueden hacer hoy los cuidadores

Actuar temprano es la mejor herramienta. Documentar con fotos cualquier cambio ocular ayuda al veterinario a evaluar evolución. Tener a mano un collar isabelino puede impedir que el perro se frote el ojo ante una molestia aguda hasta recibir atención.

Y ante traumas —un golpe, una pelea, un accidente—, cubrir suavemente el ojo con una gasa estéril húmeda y acudir de inmediato a urgencias es vital, sin aplicar colirios sin indicación.

Cuidar los ojos de un perro de cara plana exige atención extra, sí, pero no está reñido con una vida plena. Con prevención, controles regulares y, cuando hace falta, intervenciones correctivas, muchos braquicéfalos conservan una visión saludable y evitan el dolor crónico que a menudo pasa desapercibido detrás de su mirada característica.