Fisioterapia y acupuntura: nuevas esperanzas para el bienestar de mascotas en rehabilitación

Fisioterapia veterinaria.
Fisioterapia veterinaria.Shutterstock

La rehabilitación veterinaria está transformando el bienestar de nuestras mascotas, con clínicas que innovan técnicas de fisioterapia y acupuntura. Este avance responde a una creciente demanda por calidad de vida, impulsada por el envejecimiento animal y la especialización profesional.

La recuperación funcional de perros y gatos ha dejado de ser terreno exclusivo de quirófanos y medicación. Cada vez más clínicas incorporan programas de rehabilitación con fisioterapia y acupuntura, impulsados por el envejecimiento de la población animal, la mayor especialización veterinaria y tutores dispuestos a extender la calidad de vida de sus compañeros.

Fisioterapia veterinaria.
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El acceso crece, pero también el debate: ¿qué dice la evidencia, quién puede practicar estas técnicas y qué riesgos existen?

Un mercado en expansión

En la última década, hospitales y centros de referencia han abierto unidades de rehabilitación con equipamiento antes reservado a deportistas: cintas subacuáticas, láser terapéutico, plataformas de propiocepción y electroestimulación.

Fisioterapia veterinaria.
Fisioterapia veterinaria.

Asociaciones veterinarias de Estados Unidos y Europa reconocen la rehabilitación como parte integral del manejo del dolor, la recuperación postquirúrgica y la cronicidad articular.

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La demanda la empuja una realidad demográfica: más mascotas senior, mayor detección de patologías osteoarticulares y una relación humano-animal que prioriza el bienestar más allá de la supervivencia.

Qué ofrecen la fisioterapia y la acupuntura

La fisioterapia veterinaria abarca técnicas manuales, ejercicios terapéuticos, hidroterapia, electroterapia, ultrasonido, láser y vendajes funcionales. Su objetivo es recuperar movilidad, fuerza y coordinación, reducir el dolor y prevenir recaídas.

Fisioterapia veterinaria.
Fisioterapia veterinaria.

Su aplicación es frecuente tras cirugías ortopédicas —como rotura de ligamento cruzado—, en enfermedades neurológicas, displasias de cadera o codo, osteoartritis y en programas de control de peso.

La acupuntura, integrada por algunas escuelas veterinarias dentro de la medicina integrativa, utiliza la inserción de agujas en puntos específicos para modular el dolor y favorecer respuestas neurofisiológicas.

Acupuntura en perros.
Acupuntura en perros.

También se emplean variantes como electroacupuntura y aquapuntura. Sus indicaciones habituales incluyen dolor crónico, espasmos musculares, ciertas neuropatías y apoyo en rehabilitación.

La evidencia científica: avances y cautela

La fisioterapia cuenta con una base de evidencia creciente, especialmente en rehabilitación postquirúrgica y manejo de la osteoartritis.

Fisioterapia veterinaria.
Fisioterapia veterinaria.

Ensayos y revisiones sistemáticas en perros han documentado beneficios de programas estructurados de ejercicio, hidroterapia y técnicas manuales en la recuperación funcional y el control del dolor, aunque los protocolos óptimos varían según condición, raza y comorbilidades.

Hidroterapia en perros.
Hidroterapia en perros.

La extrapolación directa de datos humanos es limitada y la calidad metodológica de algunos estudios aún es heterogénea.

Fisioterapia veterinaria.
Fisioterapia veterinaria.

En acupuntura, sociedades como la Asociación Médica Veterinaria Americana (AVMA, por sus siglas en inglés) y la Asociación Mundial de Veterinaria de Pequeños Animales (WSAVA) reconocen su uso como terapia complementaria cuando la practica un profesional formado y dentro de un plan integral.

Acupuntura en perros.
Acupuntura en perros.

La literatura sugiere efectos analgésicos en dolor crónico y articular en determinados casos, mediado por la liberación de endorfinas y modulación neurológica.

Acupuntura en perros.
Acupuntura en perros.

No obstante, las revisiones apuntan a muestras pequeñas, efectos modestos y necesidad de más ensayos controlados robustos para definir indicaciones, dosificación y duración.

El consenso emergente: integrar estas técnicas con diagnóstico preciso, manejo del dolor basado en guías y revaluaciones frecuentes, evitando reemplazar tratamientos de eficacia probada.

Formación y regulación: quién debe practicar

La complejidad anatómica y el riesgo de retrasar diagnósticos hacen que la mayoría de organizaciones recomienden que la rehabilitación sea liderada por veterinarios con formación específica o fisioterapeutas que trabajen bajo supervisión veterinaria.

Existen certificaciones internacionales en rehabilitación canina (como CCRT o CCRP) y en acupuntura veterinaria, así como posgrados en universidades y colegios profesionales.

¿Para qué casos se recomienda la fisioterapia?

  • Ortopedia: recuperación tras cirugías de rodilla, cadera y fracturas; manejo de displasias; fortalecimiento y reeducación de la marcha.
  • Neurología: hernias discales, ataxias y paresias con programas de propiocepción, estimulación y apoyo postoperatorio.
  • Dolor crónico y artritis: ejercicio de bajo impacto, control de peso, terapia manual y, como complemento, acupuntura para analgesia.
  • Condición física y prevención: en perros deportistas o de trabajo, planes para mejorar equilibrio, fuerza y resistencia, y reducir lesiones.

Los planes se individualizan tras evaluación funcional: rango de movimiento, dolor, fuerza, postura y marcha. Se fijan objetivos medibles —por ejemplo, sostener apoyo, subir escalones, o caminar cierta distancia sin dolor— y se ajustan según respuesta.

Riesgos y contraindicaciones

Aunque suelen ser seguras en manos expertas, no están exentas de riesgos. En fisioterapia, la sobrecarga o el ejercicio inadecuado pueden agravar lesiones.

Hidroterapia en perros.
Hidroterapia en perros.

La hidroterapia requiere control cardiopulmonar y de heridas.

En acupuntura, los efectos adversos suelen ser leves (somnolencia transitoria, pequeñas hemorragias), pero hay contraindicaciones relativas en trastornos de coagulación, infecciones cutáneas o sobre áreas tumorales.

La selección de casos y el monitoreo veterinario mitigarán complicaciones.

Una señal de alerta es cualquier empeoramiento del dolor, debilidad súbita o cambios de comportamiento tras las sesiones; debe comunicarse de inmediato al equipo tratante para ajustar el plan.

El papel del hogar: adherencia y entorno

La mayor parte del progreso ocurre entre sesiones. Los programas domiciliarios incluyen ejercicios breves y frecuentes, control del peso, superficies antideslizantes, rampas para evitar saltos y manejo del entorno.

La adherencia es desafiante pero determinante: pequeñas mejoras sostenidas reducen el dolor, previenen atrofia y aceleran la recuperación.