Qué olores aman (y odian) los gatos según la ciencia del olfato felino

Gato oliendo una planta.
Gato oliendo una planta.Shutterstock

Los gatos, maestros del olfato, perciben el mundo a través de aromas complejos y sutiles; recientes investigaciones revelan cómo se ven atraídos y repelidos por ciertas fragancias, desentrañando el laberinto bioquímico detrás de sus fascinantes comportamientos.

Los gatos perciben el mundo antes por la nariz que por los ojos. Ese sentido guía su alimentación, su comunicación y hasta su bienestar emocional. ¿Qué dice la ciencia sobre los aromas que más atraen —y repelen— a los felinos?

Más allá de mitos y trucos caseros, la investigación reciente empieza a desentrañar la neuroquímica detrás de esos comportamientos tan conocidos como el revolcarse en la hierba gatera o evitar una cáscara de naranja.

Un olfato hecho para un depredador sigiloso

Con decenas de millones de receptores olfativos y un órgano vomeronasal (de Jacobson) que “lee” señales químicas complejas, los gatos procesan olores que los humanos apenas registran.

Ese doble sistema les permite detectar volátiles de alimentos, feromonas sociales y moléculas vegetales bioactivas. El clásico gesto de “Flehmen” —boca entreabierta y labios retraídos— es la puerta de entrada a esa segunda ruta química.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Aromas que los atraen: de la hierba gatera a la madreselva tártara

Nepeta Cataria.
Nepeta Cataria.
  • Hierba gatera (Nepeta cataria) y sus primas: la respuesta eufórica a la catnip —frotarse, rodar, salivar— se atribuye a iridoides como la nepetalactona y la nepetalactol. La plata (silver vine, Actinidia polygama) y la valeriana (Valeriana officinalis) contienen moléculas emparentadas que provocan efectos similares en muchos gatos. La madreselva tártara (Lonicera tatarica), a través de su madera seca, puede desencadenar comportamientos equivalentes.
Actinidia Polygama.
Actinidia Polygama.
  • No es “solo diversión”: estudios bioquímicos han mostrado que, al frotarse con catnip o silver vine, los gatos transfieren iridoides al pelaje, lo que aumenta la emisión de compuestos que repelen mosquitos. Es decir, el “baño” en estas plantas podría tener un beneficio antiparasitario, además de ser gratificante.
Lonicera tatarica.
Lonicera tatarica.
  • Un gusto químico diverso: no todos los felinos responden a las mismas moléculas. Mientras la mayoría reacciona a la nepetalactona, un subgrupo muestra preferencia por actinidina (abundante en silver vine). Investigaciones con pruebas de doble elección sugieren que estas diferencias podrían deberse a variaciones genéticas en receptores olfativos.
  • Aromas “cárnicos”: como carnívoros estrictos, los gatos están afinados a compuestos volátiles de origen animal (por ejemplo, aldehídos y cetonas asociadas a carne o pescado). Aunque no hay una sola molécula “estrella”, la industria de alimentos felinos explota esa atracción con hidrolizados proteicos y nucleótidos que potencian el perfil olfativo de los piensos y latas.

Aromas que suelen rechazar: cítricos, mentolados y amoníaco

Granos de café, imagen ilustrativa.
Granos de café, imagen ilustrativa.
  • Cítricos (limón, naranja, pomelo): ricos en limoneno y linalool, suelen resultar aversivos. Esa sensibilidad ha llevado a usar cáscaras o aceites como repelentes ambientales, pero los expertos advierten que los aceites esenciales concentrados pueden ser tóxicos para los gatos.
  • Mentol, eucalipto y alcanfor: los terpenos responsables de esas notas “refrescantes” pueden irritar y generar evitación. En espacios reducidos o con difusores, algunos gatos muestran estrés o letargia.
  • Vinagre y amoníaco/lejía: los ácidos fuertes y las aminas volátiles recuerdan, en parte, marcadores urinarios. El amoníaco, en particular, puede provocar sobre-marcaje o aversión al arenero. Para limpiar, se recomiendan productos enzimáticos específicos, sin perfumes intensos.
  • Café molido, pimienta y banana: en pruebas de preferencia, muchos gatos evitan estos olores. En la banana, el acetato de isoamilo es candidato a explicar la aversión. La pimienta y el café, por su pungencia y alcaloides, también generan rechazo.

Importante: la aversión no implica “seguridad”. Varios de estos compuestos —especialmente aceites esenciales de cítricos, pino, árbol del té o eucalipto— pueden ser tóxicos por inhalación o contacto. El olfato felino es tan sensible que una “fragancia agradable” para humanos puede ser invasiva para ellos.

Qué dice el laboratorio sobre el “subidón” felino

La respuesta a iridoides vegetales activa circuitos opioides endógenos y de recompensa, según mediciones de comportamiento y bloqueos farmacológicos en estudios controlados.

Lejos de una adicción, el efecto es transitorio (5 a 15 minutos) y va seguido de un periodo refractario de varias horas. Los mismos trabajos mostraron que triturar o romper las hojas incrementa la liberación de volátiles, explicando por qué los juguetes de tela con relleno activo o la hierba fresca desatan respuestas más intensas.

No todos los gatos son iguales

Gato.
Gato.
  • Variabilidad individual: entre 30% y 40% de los gatos no responden a la hierba gatera, pero muchos de ellos sí reaccionan a silver vine o valeriana. La edad, el estado reproductivo y la experiencia previa influyen.
  • Señales de saturación: si el gato se aparta, bosteza, sacude la cabeza o evita el estímulo, conviene retirar el aroma. La exposición debe ser esporádica para mantener el interés y evitar estrés olfativo.

Cómo usar los olores de forma segura y ética

  • Enriquecimiento: ofrecé juguetes con catnip o silver vine de calidad, en sesiones cortas y supervisadas, dos o tres veces por semana. Alterná plantas para descubrir la preferida.
  • Limpieza “amigable”: evitá amoníaco y fragancias intensas. Usá limpiadores enzimáticos para incidentes y ventilá bien después de asear.
  • Nada de difusores aceitosos: no utilices aceites esenciales en difusores, collares o sprays sobre el animal. Los gatos metabolizan mal muchos terpenos y fenoles. Si buscás calmar, los análogos de feromonas felinas de uso veterinario tienen mejor perfil de seguridad.
  • Repelencia ética: para mantener a un gato lejos de una zona delicada, priorizá barreras físicas y enriquecimiento alternativo. Si recurrís a repelentes olfativos, utilizá productos específicos para mascotas y probá primero a baja concentración fuera del área principal del gato.

Lo que aún no sabemos

A pesar de los avances, la cartografía de receptores olfativos felinos y su relación con moléculas específicas está incompleta.

También falta estandarizar pruebas de preferencia en entornos domésticos que integren variables como estrés, contexto social y aprendizaje. A medida que se esclarezca esa bioquímica, los olores podrán utilizarse con mayor precisión para mejorar el bienestar felino en hogares y refugios.