Por qué la cama importa para nuestros perritos
- Los perros duermen en promedio entre 12 y 14 horas al día; razas grandes y cachorros pueden superar ese rango, indica el American Kennel Club (AKC). Un soporte inadecuado se traduce en puntos de presión, peor calidad de sueño y más microdespertares.
- La osteoartritis afecta a una proporción significativa de la población canina a lo largo de su vida; estimaciones citadas por asociaciones veterinarias internacionales ubican su prevalencia en torno a uno de cada cinco perros en algún momento. Priorizar buen apoyo desde temprano ayuda a retrasar molestias, señalan la AVMA (American Veterinary Medical Association) y la WSAVA (World Small Animal Veterinary Association).
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Cómo medir bien y elegir el tamaño

- Observá la postura habitual: si se estira, necesita más largo; si duerme en “rosquita”, importan el ancho y los bordes.
- Medí de la nariz a la base de la cola en postura de descanso y sumá entre 20 y 30 centímetros para que pueda cambiar de posición sin colgarse.
- Para perros que comparten cama con otro animal, sumá el espacio de ambos cuerpos y verificá que la base no se deforme en el centro.
Relleno y soporte: qué buscar

- Espuma de alta densidad: para perros medianos y grandes, una plancha firme (tipo ortopédica o “memory”) distribuye peso y reduce presión en codos y caderas. Para más de 20 kilogramos, un núcleo de varios centímetros de espesor da mejores resultado que rellenos sueltos.
- Rellenos sueltos (fibras, microperlas): aportan suavidad pero tienden a apelmazarse; sirven como complemento, no como único soporte en perros pesados.
- Colchonetas con gel o capas combinadas: ayudan a disipar calor en climas templados a cálidos.
- Alergias y químicos: elegí espumas certificadas (por ejemplo, estándares como CertiPUR-US) y telas sin tratamientos irritantes. La American College of Allergy, Asthma & Immunology destaca que lavar textiles a alta temperatura reduce ácaros y alérgenos, por lo que conviene optar por fundas removibles y lavables.
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Termorregulación según pelaje y ambiente

- Pelaje corto, razas pequeñas o muy magras: se benefician de camas tipo “donut” con bordes que retienen calor.
- Pelaje denso o perros braquicéfalos con tendencia a sobrecalentarse: superficies frescas, materiales transpirables y bases elevadas que permitan flujo de aire.
- Si el suelo es frío o duro, una base aislante (colchón con núcleo denso o cama elevada) evita la pérdida de calor y callos en zonas de apoyo.
Ergonomía para cada etapa de vida

- Cachorros: materiales resistentes a mordidas y fundas fáciles de lavar; evitá cierres expuestos que puedan tragarse.
- Adultos deportistas o muy activos: soporte firme que favorezca recuperación muscular.
- Mayores o con dolor articular: camas ortopédicas con memoria y altura que permita subir/bajar sin salto. La WSAVA recomienda superficies estables que faciliten incorporarse sin resbalar.
Higiene, fundas y mantenimiento
- Prioridad a fundas removibles, cierres protegidos y costuras reforzadas. Revisión rápida: si la etiqueta no indica instrucciones claras de lavado, probablemente la durabilidad sea baja.
- Textiles: microfibra y lonas técnicas repelen pelo y se limpian fácil; telas bouclé o de pelo largo acumulan suciedad y requieren más mantenimiento.
- Para perros con incontinencia o cachorros en entrenamiento, buscá una capa impermeable interna que proteja el núcleo.
Comportamiento y estilo de sueño
- Perros ansiosos o que buscan “nido”: bordes altos y superficie mullida dan contención.
- Perros calurosos: superficies planas, sin bordes, o camas elevadas tipo catre.
- Si suele cargar juguetes o huesos a la cama, preferí telas resistentes a rasgado (denier alto) y base antideslizante.
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Durabilidad y seguridad
- Revisá densidad de la espuma y garantía del fabricante. Si al presionar con la mano el núcleo no recupera su forma en segundos, la vida útil será corta.
- Evitá cordones sueltos, botones o apliques. La AVMA advierte sobre cuerpos extraños gastrointestinales por ingestión de partes de cama; cuanto más simple, más seguro.
- Una base antideslizante para pisos lisos reduce el riesgo de caídas, especialmente en perros mayores.
Señales de que la cama funciona (o no)
- Funciona: el perro la elige espontáneamente, alterna posturas y duerme sin bajar ni “colgar” articulaciones; al levantarse no muestra rigidez adicional respecto de su línea base.
- No funciona: evita la cama, rasca o “excava” en exceso para acomodarla, prefiere el suelo, o se notan zonas hundidas permanentes. Si hay callos que empeoran, es momento de cambiar el soporte.
Checklist rápido antes de comprar
- Medida: largo del cuerpo + 20–30 centímetros.
- Soporte: núcleo firme para >20 kilogramos; capa ortopédica en mayores o con dolor articular.
- Higiene: funda removible y lavable; barrera impermeable si hace falta.
- Clima: materiales transpirables o térmicos según necesidad.
- Seguridad: sin piezas pequeñas; base antideslizante.
- Etiquetas claras y, si es posible, certificaciones de materiales.