Los gatos braquicéfalos —como el persa, exótico de pelo corto e himalayo— presentan mayor riesgo de trastornos respiratorios debido a la conformación del cráneo.
La literatura veterinaria describe un síndrome obstructivo de vías aéreas (BOAS, por sus siglas en inglés) vinculado a narinas estrechas, paladar blando elongado y tráquea hipoplásica, entre otras alteraciones.
El American College of Veterinary Surgeons señala que estos rasgos pueden provocar estridor, ronquidos, intolerancia al ejercicio y mayor susceptibilidad al golpe de calor.
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La anatomía braquicéfala y sus consecuencias
En estos gatos, el flujo de aire se ve comprometido desde la entrada nasal hasta la laringe. La respiración bucal, el jadeo frecuente y los episodios de cianosis bajo estrés son señales compatibles con obstrucción.
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International Cat Care advierte que, aunque existen cirugías para ampliar narinas o corregir el paladar blando, la prevención pasa por desaconsejar la selección de rasgos extremos y mantener un manejo ambiental que minimice el esfuerzo respiratorio (peso saludable, evitar calor y estrés).
Asma felina: una inflamación crónica con predisposiciones
El asma felina es una enfermedad inflamatoria de vías aéreas inferiores que puede afectar entre 1% y 5% de la población general.
El Cornell Feline Health Center y revisiones en Journal of Feline Medicine and Surgery describen una mayor prevalencia en siameses y razas afines, con inicio más temprano.

La tos, el silbido (sibilancias), la dificultad para exhalar y los episodios de “arcadas” que no expulsan pelo suelen confundir a cuidadores. El diagnóstico se apoya en radiografías, pruebas de respuesta a broncodilatadores y, cuando corresponde, lavado broncoalveolar.
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Infecciones respiratorias superiores: los virus que nunca se van del todo
Los complejos virales —herpesvirus felino tipo 1 y calicivirus— son causas frecuentes de rinitis, estornudos, secreción nasal y conjuntivitis.
International Cat Care y la World Small Animal Veterinary Association indican que el herpes puede quedar latente y reactivarse ante estrés, generando cuadros recurrentes.
Gatos provenientes de criaderos o refugios, o aquellos que conviven en grupos numerosos, muestran mayor exposición.
Las secuelas crónicas (rinitis permanente, pólipos o estenosis) pueden perpetuar la congestión y el ronquido, incluso tras resolver la infección aguda.
Otras causas que agravan la respiración
- Sobrepeso y obesidad: elevan el trabajo respiratorio y el riesgo de apnea durante el sueño.
- Estenosis o colapso laríngeo: más probable en braquicéfalos con BOAS avanzado.
- Pólipos nasofaríngeos (frecuentes en jóvenes): generan ronquido, voz apagada y deglución ruidosa.
- Enfermedad dental avanzada: la inflamación y las fístulas oronasales pueden cronificar la rinitis.
- Insuficiencia cardiaca: puede confundirse con asma; la evaluación veterinaria es clave para diferenciar.
- Neoplasias nasales: menos comunes, pero parte del diagnóstico diferencial en rinitis persistente.
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El ambiente del hogar sí importa
La evidencia en medicina felina vincula el humo del tabaco, aerosoles perfumados, inciensos, pinturas, arena de bentonita muy polvorienta y limpiadores con exacerbaciones de asma y rinitis.
La American Association of Feline Practitioners recomienda:
- Eliminar el humo ambiental y ventilar bien.
- Usar arenas de baja emisión de polvo.
- Evitar aromatizantes y sprays en presencia del animal.
- Controlar alérgenos domésticos (ácaros, moho) y mejorar la calidad del aire con filtración HEPA cuando sea posible.
Señales de alerta y cuándo consultar
- Respiración con la boca abierta, cianosis o desmayo: urgencia.
- Sibilancias, tos recurrente, estornudos persistentes, secreciones nasales espesas o con sangre, intolerancia al ejercicio y ronquidos que empeoran: evaluación prioritaria.
- En braquicéfalos, prestá atención a narinas muy cerradas, ruido inspiratorio intenso y dificultad para alimentarse sin jadear.
Qué podés hacer en casa y con el equipo veterinario
- Mantené un peso corporal saludable; el control nutricional mejora el intercambio gaseoso.
- Armá un plan de manejo del asma si corresponde: corticoides inhalados con espaciador felino y broncodilatadores según indicación profesional reducen efectos sistémicos.
- Considerá correcciones quirúrgicas del BOAS en manos especializadas cuando la obstrucción afecta la calidad de vida.
- Vacuná según esquema y reducí el estrés para minimizar reactivaciones por herpesvirus.
- Implementá enriquecimiento ambiental tranquilo y zonas frescas; en olas de calor, priorizá la termorregulación.