Cuando descubrís un bulto extraño en tu perro, el miedo y la incertidumbre pueden invadir. Entender qué es el mastocitoma y cómo actuar ante este diagnóstico marca la diferencia para la salud y calidad de vida de tu compañero.
Lea más: Pulgas y garrapatas: cómo proteger a tu mascota sin dañarla
Qué es el mastocitoma
El mastocitoma es un tumor originado en los mastocitos, células inmunitarias responsables de defender el organismo, pero que bajo ciertas circunstancias se multiplican de forma anormal.
Representa aproximadamente el 20% de los tumores cutáneos en perros, convirtiéndose en uno de los más frecuentes.

Lea más: Pancreatitis en perros: cómo detectarla y qué dieta seguir
Aunque cerca de la mitad de los casos resultan benignos, otros pueden tornarse agresivos y requerir intervención urgente.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
¿Cómo reconocer un mastocitoma?
Por lo general, el mastocitoma aparece como un bulto o nódulo superficial en la piel, aunque ocasionalmente puede hallarse en órganos internos.
Estos tumores varían en tamaño, color y textura; pueden ser firmes o blandos y, a veces, cambiar notoriamente de aspecto en poco tiempo. Algunas razas como Boxer, Labrador, Boston Terrier y Shar Pei presentan mayor predisposición genética a desarrollar mastocitomas, aunque cualquier perro puede verse afectado.
Lea más: Mascotas con discapacidad: cómo viven perros y gatos sin visión o movilidad
Uno de los signos más característicos -además del bulto palpable- es la irritación local: el área puede enrojecerse, hincharse o provocar picazón intensa.
En ocasiones, hay vómitos, letargo o pérdida de apetito, sobre todo en estadios avanzados, ya que estos tumores liberan sustancias que influyen en el organismo.
Diagnóstico certero: la clave del tratamiento
Ante cualquier masa sospechosa, es fundamental acudir al veterinario. Mediante una punción o biopsia, el especialista podrá analizar las células y definir si se trata de un mastocitoma, así como su grado de agresividad.
La clasificación histopatológica -grado bajo, intermedio o alto- orienta el pronóstico y las estrategias de abordaje.
El diagnóstico precoz aumenta notablemente las opciones de tratamiento y recuperación. Como en muchas enfermedades, vos sos quien mejor conoce a tu mascota: si percibís cualquier anomalía, una consulta a tiempo puede hacer la diferencia.
Lea más: ¿Cuál es el perro más inteligente y activo? Border Collie y Pastor Alemán, frente a frente
Opciones de tratamiento: desde la cirugía a terapias complementarias
El tratamiento más habitual es la cirugía para extirpar completamente el tumor, procurando márgenes amplios de tejido sano para evitar recidivas.
En casos donde la operación no es posible, porque la masa es inoperable o hay metástasis, existen alternativas como la quimioterapia, radioterapia o el uso de medicamentos más innovadores (inhibidores de tirosina quinasa).
El pronóstico es variable: depende del tamaño, localización, grado y si hay diseminación a ganglios u órganos. Tumores de bajo grado extirpados a tiempo pueden considerarse curados, mientras que los de alto grado requieren seguimiento y terapias combinadas.
El acompañamiento emocional y práctico del tutor es tan vital como el tratamiento médico. Aceptar el diagnóstico y actuar con información confiable ayuda a transitar este proceso con menos miedo y más recursos para el cuidado cotidiano.
El mastocitoma puede surgir de manera inesperada y poner a prueba el vínculo entre vos y tu perro. Frente a cualquier signo de alerta, confiar en la consulta veterinaria y en tus propios sentidos puede salvar vidas.
Entender la importancia del diagnóstico precoz y conocer las opciones actuales brinda esperanza y calidad de vida, permitiéndote disfrutar muchos momentos más junto a tu mejor amigo.