¿Por qué sangran los perros y gatos?
El sangrado puede deberse a cortes, mordeduras, heridas punzantes, rupturas accidentales de uñas o incluso por enfermedades que afectan la coagulación.
Dependiendo de la localización y severidad, las hemorragias pueden ser leves o poner en riesgo la vida del animal.
Lea más: Bulldog Francés o Pug: cuál es mejor para vos y por qué
Primeros auxilios: ¿cómo detener el sangrado?
1. Mantené la calma y protegé a tu mascota. Las mascotas doloridas pueden reaccionar con miedo o agresividad. Si es posible, ponele un bozal suave o pedí ayuda a otra persona para sujetarla con cuidado.
2. Identificá la fuente del sangrado. Revisá con luz suficiente la zona afectada y eliminá suciedad superficial, pero evitá manipular objetos incrustados.
3. Aplicá presión directa. Con una gasa estéril, paño limpio o incluso una toalla, presioná firmemente sobre la herida. Mantené la presión durante varios minutos sin interrumpir para observar si para el sangrado.
4. Elevá la zona afectada. Si es una extremidad, elevá la pata por encima del nivel del corazón para reducir el flujo sanguíneo.
Lea más: Comportamientos que indican que tu gato podría estar deprimido
5. Vendaje de emergencia. Si el sangrado es fuerte y continúa, colocá un vendaje compresivo, pero no tan apretado que detenga la circulación. Usá venda elástica o tiras de tela sobre la gasa.
Atención especializada: ¿cuándo correr al veterinario?

Aunque logres controlar el sangrado, hay situaciones que requieren atención veterinaria inmediata:
- Hemorragia abundante que no se detiene tras 5–10 minutos de presión.
- Heridas profundas, extensas o por mordedura.
- Sangrado por la nariz, boca, oídos, ano o vulva sin causa aparente.
- Sangrado en animales muy pequeños, débiles o que parecen perder el conocimiento.
- Heridas en ojos, abdomen o tórax.
- Presencia de objetos clavados (no los retires, sólo estabiliza y acude de inmediato).
Lea más: Cuidados postoperatorios en mascotas: claves para una recuperación segura y sin estrés
¿Qué NO debes hacer?
- No uses algodón, ya que deja pelusas en la herida.
- No retires coágulos que ya se han formado.
- No apliques remedios caseros ni pomadas sin indicación veterinaria.
- No detengas el sangrado de las orejas enrollando la cabeza muy apretada: esto puede causar asfixia.
Prevención y cuidados posteriores

Supervisá la herida hasta recibir la orientación de un veterinario. No permitas que tu mascota se lama el área afectada; utilizá un collar isabelino si fuese necesario.
Lea más: Las razas de perro más sensibles: compañeros ideales para personas ansiosas
Después de cualquier evento, llevá a tu perro o gato a un control veterinario para evitar infecciones o complicaciones tardías.
Recordá: actuar con rapidez y serenidad ante una hemorragia puede salvar la vida de tu mascota. Tener nociones de primeros auxilios en casa es una herramienta imprescindible para cualquier dueño responsable.