Un acto natural desde cachorros
Desde sus primeros días de vida, los perros aprenden a lamer. Las madres lamen a sus cachorros para limpiarlos, estimular su respiración y fortalecer el vínculo afectivo.
Este acto primitivo perdura en la adultez como una forma de comunicación entre perros y de estos con los humanos.
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¿Afecto o instinto?
En la mayoría de casos, los lamidos de un perro hacia su dueño son una muestra de afecto. Es su forma de saludarte, pedir atención o mostrarte confianza y apego.

Algunas razas, como el labrador o el golden retriever, suelen ser especialmente expresivas y afectuosas mediante este comportamiento.
Sin embargo, los lamidos no siempre se deben únicamente al cariño. Lamer también puede ser un acto instintivo ligado a la exploración de su entorno.
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Los perros obtienen mucha información a través del gusto y el olfato: lamerte les permite “saborear” la sal de tu piel o detectar cambios en tu olor corporal, los cuales pueden indicar tu estado emocional o de salud.
Ansiedad y búsqueda de consuelo
En otros casos, el lamido puede estar asociado a ansiedad, estrés o aburrimiento. Un perro que se lame excesivamente a sí mismo, a objetos o a su dueño podría estar buscando consuelo, alivio del estrés o simplemente una manera de gastar energía no canalizada.

Este comportamiento es más común en situaciones de soledad, cambios en el ambiente o falta de actividad física.
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¿Una señal de sumisión?
El lamido también puede ser una señal de sumisión en la comunicación canina. Entre los perros, los miembros de menor rango suelen lamer a los de mayor jerarquía como muestra de respeto o pacificación.

Cuando tu perro te lame, puede estar reconociéndote como su líder y mostrando su deseo de agradarte.
¿Lamer puede ser síntoma de algo más?
Si el lamido es excesivo, persistente o se acompaña de otros comportamientos inusuales —como pérdida de apetito, aislamiento o agresividad—, podría indicar un problema de salud física (alergias, dolor, problemas gastrointestinales) o emocional.

En estos casos, es recomendable consultar con un veterinario o etólogo canino.
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¿Debo dejar que me lama?
Permitir o no que tu perro te lama es una decisión personal, aunque la saliva canina no suele representar un grave riesgo para personas sanas.
Sin embargo, es importante cuidar la higiene, especialmente en el caso de niños pequeños, personas inmunodeprimidas y al evitar el contacto con mucosas y heridas abiertas.
El lamido de tu perro puede ser una señal de cariño, signo de ansiedad, comportamiento instintivo o una mezcla de todos estos factores.
Observar cuándo, cómo y con qué frecuencia lo hace te ayudará a entender mejor a tu mascota y fortalecer ese vínculo especial que comparten. Si alguna conducta te resulta preocupante, no dudes en consultar con un especialista.
Fuentes:
- American Kennel Club (AKC)
- Journal of Veterinary Behavior