¿Cómo se diagnostica la enfermedad renal crónica en un gato?
El diagnóstico temprano es clave para mejorar el pronóstico. Los síntomas suelen aparecer de manera gradual y muchas veces pasan desapercibidos. Entre las señales de alerta, podés observar:
- Aumento en la toma de agua y la eliminación de orina
- Pérdida de peso y apetito
- Vómitos ocasionales
- Letargo y falta de energía
- Mal aliento (halitosis) y úlceras bucales
El veterinario realizará un examen clínico y solicitará análisis de sangre y orina.

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Las pruebas más habituales incluyen la medición de creatinina, urea y, en los últimos años, del SDMA, un marcador más sensible para detectar insuficiencia renal temprana. Además, se suelen hacer ecografías para evaluar la estructura de los riñones.
Opciones de tratamiento
Aunque la ERC no tiene cura, existen tratamientos destinados a desacelerar su progresión y mejorar la calidad de vida del gato. El plan terapéutico se adapta a cada paciente, pero generalmente incluye:
- Alimentación especial: dietas formuladas con bajo contenido de proteínas y fósforo reducen la carga sobre los riñones. Hay opciones comerciales específicas disponibles en el mercado.
- Hidratación: mantener una buena hidratación es esencial. Podés fomentar el consumo de agua con fuentes, bebederos múltiples o alimentando al gato con comida húmeda.
- Medicamentos: el veterinario puede recetar fármacos para controlar la presión arterial, reducir el fósforo sanguíneo o tratar complicaciones como la anemia o los vómitos.
- Suplementos y cuidado general: probióticos, suplementos de potasio y vitaminas pueden ser recomendados, según el caso. También es importante realizar controles regulares y ajustar el tratamiento según la evolución del paciente.
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Cómo extender la vida y mejorar el bienestar de tu felino
La clave para prolongar la vida de un gato con enfermedad renal crónica está en la detección temprana y un acompañamiento constante. Algunas pautas que pueden ayudar incluyen:
- Asistir regularmente a controles veterinarios y realizar los exámenes indicados
- Seguir estrictamente la alimentación y medicación recomendadas
- Ofrecer un ambiente calmo y libre de estrés
- Supervisar la ingesta de agua y cambios en el comportamiento
- No automedicar al gato ni suspender tratamientos sin consulta previa
El amor y la dedicación son tan importantes como el tratamiento médico. Si bien la ERC es una enfermedad delicada, con acompañamiento responsable podés dar a tu felino una vida plena y confortable durante mucho tiempo.
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La enfermedad renal crónica exige un compromiso diario: el seguimiento veterinario, la observación atenta y la adaptación de la rutina son fundamentales para extender y mejorar la vida de tu gato. Invertir en la salud renal hoy significa regalarle bienestar y años de compañía a tu fiel amigo.