El oído de los perros, por su forma interna y externa, tiende a acumular cerumen, polvo, humedad y residuos. Esto ocurre sobre todo en razas con orejas caídas como el Cocker Spaniel, el Basset Hound o el Golden Retriever.
Si no se limpia con regularidad, esa acumulación puede generar un ambiente ideal para bacterias, ácaros u hongos, y derivar en otitis: una infección dolorosa y frecuente que puede afectar su calidad de vida.
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Señales de alerta en los oídos de tu perro
Algunos síntomas que indican un problema auditivo son: rascado constante en las orejas, sacudidas de cabeza, enrojecimiento, mal olor o secreciones anormales.
Si no se trata a tiempo, la infección puede avanzar y causar molestias más graves o incluso lesiones internas.
¿Cada cuánto limpiar los oídos del perro?
La frecuencia ideal varía según la raza, el estilo de vida y si el perro tiene mucho pelo o nada seguido. En general, una vez por semana es suficiente, aunque en otros casos puede bastar con una limpieza cada 15 días.

Lo más recomendable es consultar con el veterinario antes de establecer una rutina, ya que una limpieza excesiva también puede irritar el canal auditivo.
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Paso a paso: cómo limpiar los oídos del perro en casa
- Reuní lo necesario: limpiador ótico específico para perros (evitá vinagre, alcohol u otros caseros), gasas estériles o discos de algodón y algún premio para reforzar su conducta positiva.
- Buscá un lugar tranquilo: el ambiente debe ser cómodo para ambos.
- Aplicá el limpiador: colocá unas gotas en el oído según las indicaciones y masajeá suavemente la base durante unos segundos.
- Dejá que sacuda la cabeza: esto ayuda a expulsar la suciedad. Luego retirás los restos con una gasa, sin introducir nada en el canal.
- Premiálo: reforzá la experiencia con algo que le guste, como una golosina o caricias.
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Qué no debés hacer
- Nunca uses hisopos, ya que pueden empujar la suciedad más adentro o dañar el oído.
- No limpies si hay heridas, pus o signos de dolor: en esos casos, consultá con el veterinario.
- Evitá productos que no estén diseñados específicamente para perros.
Cuidar la salud auditiva de tu perro no es solo una cuestión de higiene: es parte de su bienestar integral. Detectar a tiempo los problemas y mantener una rutina segura de limpieza puede prevenir infecciones y mejorar su calidad de vida.