¿Por qué algunos perros son más sostenibles?
Aunque no solemos pensarlo, tener un perro implica consumo de agua, energía, alimento, productos de limpieza, medicamentos y más. Estos son algunos de los factores clave que determinan el impacto ambiental de un perro:
- Tamaño corporal: los perros grandes consumen más alimento y agua, requieren más espacio y generan más residuos.
- Tipo de alimentación: las dietas ultraprocesadas, con alto contenido cárnico, aumentan la huella de carbono. Las opciones caseras, locales y sostenibles son más ecológicas.
- Salud y longevidad: razas saludables necesitan menos tratamientos, vacunas y fármacos, lo que reduce su impacto ambiental.
- Nivel de mantenimiento: cepillado, baños, productos de higiene y energía utilizada en su cuidado también suman.
Lea más: Razas de perros guardianes que también son compañeros ideales para el hogar
Razas de perros más eco-friendly
Algunas razas, por su tamaño, dieta o salud general, tienen un menor impacto ambiental. Estas son algunas de las más sostenibles:
1. Beagle. Pequeño, activo y robusto. Su buena salud general minimiza visitas al veterinario. Come cantidades moderadas y se adapta bien a diferentes entornos.

2. Chihuahua. El más pequeño de todos. Consume muy poca comida, produce menos desechos y vive muchos años. Ideal para espacios reducidos y dietas mínimas.

Lea más: ¿Perros con demencia?: señales del síndrome cognitivo canino que no debés ignorar
3. Dachshund (perro salchicha). Compacto, leal y de bajo consumo. Aunque tiene predisposición a problemas de columna, su tamaño y alimentación controlada reducen su huella ecológica.

Lea más: Perros que parecen entenderte: 5 razas con inteligencia emocional fuera de serie
Cómo reducir el impacto ambiental de tu perro
Sin importar la raza, hay muchas decisiones que podés tomar para hacer que tu mascota sea más sostenible:
- Elegí alimentos locales y naturales: optá por marcas con ingredientes de cercanía, procesos sustentables o incluso preparaciones caseras ecológicas.
- Usá productos biodegradables: desde bolsas para residuos hasta champús naturales, evitá los plásticos de un solo uso y químicos agresivos.
- Evitá el consumo excesivo: juguetes, ropa y accesorios generan residuos. Priorizá calidad, durabilidad y materiales reciclables.
- Adoptá en vez de comprar: dar hogar a un perro sin familia es una decisión ética y ecológica. Además, ayudás a controlar la sobrepoblación.
- Esterilizá y castrá: una sola camada puede multiplicar el impacto ambiental si no se controla. La tenencia responsable es clave.
Lea más: Mascotas sin drama: perros que no necesitan peluquería ni maratones
Sostenibilidad canina: una elección con impacto
Tener un perro no solo transforma la vida de quien lo cuida, también puede ser una decisión con consecuencias ambientales.
Elegir una raza adecuada y adoptar hábitos sostenibles es una forma de cuidar al planeta sin dejar de disfrutar de la compañía de un amigo fiel.
Porque incluso los gestos más pequeños, como el tamaño de un perro o el tipo de comida que le damos, pueden sumar en la lucha por un futuro más verde.