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El Corgi, conocido por sus adorables orejas erectas y su cuerpo compacto, es una de las razas caninas más queridas en todo el mundo.
Originarios de Gales, estos perros no solo conquistaron los corazones de los británicos, sino que se han convertido en favoritos a nivel global. A pesar de su pequeño tamaño, los Corgis son conocidos por su inteligencia, expresividad y energía ilimitada.
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Origen e historia de los perros de raza Corgi
Esencialmente, hay dos razas de Corgis: el Pembroke Welsh Corgi y el Cardigan Welsh Corgi. Aunque comparten algunas similitudes, se pueden distinguir por características físicas y orígenes históricos.
El Pembroke, famoso por su conexión con la realeza británica, es ligeramente más pequeño que el Cardigan y típicamente no tiene cola.
Los Cardigans, por otro lado, son una raza más antigua con una cola generalmente presente.
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Características físicas del Corgi
Los Corgis se distinguen por su estructura robusta y baja estatura, conocidos por sus patas cortas y cuerpos alargados.
Aunque su tamaño puede ser engañoso, poseen un gran vigor y capacidad para el trabajo arduo.
Estas características físicas surgieron porque, históricamente, los Corgis fueron criados como perros pastores.
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Temperamento y personalidad del perro Corgi
Los Corgis son increíblemente inteligentes y aprenden rápido, lo que los hace relativamente fáciles de entrenar.
Sin embargo, su inteligencia también puede llevar a comportamientos independientes y ocasionalmente obstinados.
Son muy leales y establecen lazos sólidos con sus familias humanas.
Su naturaleza expresiva y amorosa los convierte en compañeros ideales para familias, incluidos aquellos con niños pequeños.
Salud y cuidado de los perros Corgi
Es vital proporcionar una dieta equilibrada y ejercicio regular para mantener a un Corgi saludable.
Aunque generalmente son perros saludables, sus cuerpos únicos los hacen susceptibles a ciertos problemas ortopédicos y de columna vertebral, especialmente si tienen sobrepeso. Un chequeo veterinario regular y una dieta controlada ayudan a minimizar estos riesgos.
En resumen, el Corgi es un perro que, a pesar de su pequeño tamaño, rebosa personalidad y afecto. Como compañeros leales y protectores, se adaptan bien a varios tipos de hogares, siempre que reciban la atención y ejercicio necesario.
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Los Corgis y la reina Isabel II de Inglaterra
La relación entre los Corgis y la reina Isabel II es una de las más icónicas en la historia de la realeza británica. La monarca desarrolló una profunda pasión por estos perros desde niña y llegó a tener más de 30 Corgis a lo largo de su vida.
En 1933, cuando Isabel tenía solo 7 años, su padre (el futuro rey Jorge VI) trajo a casa un Corgi llamado Dookie, iniciando el vínculo de la familia real con esta raza.
En 1944, para su cumpleaños 18, Isabel recibió a Susan, una Corgi que se convirtió en su inseparable compañera y en la matriarca de toda la línea de Corgis reales.
Los descendientes de Susan vivieron junto a la Reina durante décadas y acompañaron sus actividades diarias. Se dice que los Corgis tenían acceso a casi todas las áreas del Palacio.
Tenían su propia habitación especial con cestas de mimbre, un menú diseñado por chefs reales y un trato de absoluta realeza.
Eran famosos por ser temperamentales y haber mordido a algunos empleados y hasta a miembros de la familia real.
Los Corgis de Isabel II de Inglaterra incluso aparecieron en eventos oficiales, como la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, en un video con la Reina y James Bond (Daniel Craig).
En 2015, la Reina dejó de criar nuevos Corgis porque no quería que quedaran huérfanos tras su muerte. Su último Corgi, Willow, falleció en 2018, marcando el fin de la dinastía de Corgis reales.
Sin embargo, en sus últimos años, Isabel II tuvo dos Corgis y un Dorgi (mezcla de Corgi y Dachshund), obsequiados por familiares.
