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La leishmaniasis visceral canina es una enfermedad parasitaria, causada por el protozoo Leishmania infantum, que afecta principalmente a los perros y, lamentablemente, puede transmitirse a humanos, explican desde el Ministerio de Salud Pública (MSPBS).
Al ser los perros el principal reservorio del parásito en zonas endémicas, la leishmaniasis visceral es considerada una zoonosis de gran importancia en salud pública.
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“La transmisión ocurre principalmente a través de la picadura de hembras de flebótomos infectados, como Lutzomyia longipalpis en América. Estos insectos se infectan al alimentarse de la sangre de animales reservorios y, posteriormente, pueden transmitir el parásito a nuevos hospedadores”, resaltan desde la cartera sanitaria.
Leishmaniasis visceral: signos y síntomas
Para reconocer esta enfermedad parasitaria, desde el Programa Nacional de Control de Zoonosis y Centro Antirrábico Nacional indican que se debe prestar atención a varios síntomas manifestados por el perro.
Además, resaltan que los signos clínicos son variados y pueden presentarse de forma gradual. Entre los más comunes están:
- Pérdida de peso progresiva.
- Lesiones cutáneas (alopecia, descamación, ulceraciones).
- Crecimiento excesivo de las uñas (onicogrifosis).
- Linfadenopatía (ganglios linfáticos inflamados).
- Epistaxis (sangrado nasal).
- Problemas oculares (conjuntivitis, queratitis, uveítis).
- Afectación renal y hepática en etapas avanzadas.
¿Cómo realizar el diagnóstico?
El diagnóstico de la leishmaniasis visceral se realiza mediante diversas pruebas laboratoriales. El realizado por el Programa Nacional de Control de Zoonosis y Centro Antirrábico Nacional es la técnica RK39.
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“Es una prueba inmunocromatográfica basada en la detección de anticuerpos contra un antígeno recombinante de Leishmania infantum. Se realiza mediante el uso de una tira reactiva que se coloca en contacto con una muestra de sangre, suero o plasma”, explican.
Prevención de la leishmaniasis visceral
En cuanto a la prevención de la enfermedad parasitaria canina, desde el Centro Antirrábico Nacional recomiendan:
- Uso de collares o pipetas con insecticidas repelentes de flebótomos (mosquitos).
- Reducción de la exposición a vectores mediante la restricción de actividad nocturna.
- Mantener limpios los espacios habitados por perros y libres de materia orgánica en descomposición (hojarasca, restos de comida, cáscaras de frutas, restos de café y té, madera de árboles) que favorece la proliferación de flebótomos.
- Evitar que los perros duerman al aire libre en zonas endémicas.
- Realizar controles veterinarios regulares para detectar signos tempranos de la enfermedad.
Diagnóstico laboratorial gratuito
Disponer de un diagnóstico de leishmaniasis visceral es sencillo y gratuito. Desde el Programa Nacional de Control de Zoonosis y Centro Antirrábico Nacional, ofrecen el diagnóstico laboratorial a los perros a partir de los 6 meses de vida.
El estudio canino es totalmente gratuito y se puede acceder al mismo de lunes a domingo, comunicaron. El Programa Nacional de Control de Zoonosis y Centro Antirrábico Nacional se encuentra en San Lorenzo, en el campus de la Universidad Nacional de Asunción (UNA).
El horario para acceder al estudio de diagnóstico es de lunes a viernes de 07:00 a 22:00, mientras que sábados, domingos y feriados, el horario habilitado es de 07:00 a 19:00. Se resalta que la atención se realiza por orden de llegada y que todos los servicios que ofrece la institución son gratuitos.