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Pude entrever que muchas veces son más los puntos que nos unen que los que nos separan con aquellos que como yo no compartimos al 100% todas las reivindicaciones de dicha asociación.
Sin embargo, debemos ser cuidadosos con nuestras palabras, evitar los descalificativos, y conocer acerca de aquello que opinamos.
En este sentido me parece que las recientes declaraciones de un dirigente de “Somos Gay” no han sido constructivas de este diálogo dada la descalificación que hace del padre Aldo Trento, pero sobre todo no se ajusta a la verdad en relación a los cuidados que se brindan a los pacientes internados en la clínica Divina Providencia. Así mismo considero que parte de los dichos del padre Trento pudieron ofender a buena parte de los gay al considerarlos enfermos, ya que sabemos que la homosexualidad como tal ha sido quitada de la lista de enfermedades.
En relación a la atención que se brinda a los pacientes con sida en la clínica Divina Providencia, clínica que tuve el honor de dirigir desde el 2004 al 2011, debo realizar las siguientes precisiones:
1) La clínica Divina Providencia ofrece cuidados paliativos a pacientes con diferentes patologías. Una buena parte de los mismos padece cáncer y otra gran parte sida.
2) Los cuidados paliativos no se contraponen ni sustituyen a las terapias específicas contra el cáncer, el sida u otras enfermedades crónicas que amenazan la vida.
3) Todos los pacientes con sida asistidos en la clínica reciben cuidados paliativos al mismo tiempo que tratamientos dirigidos a su enfermedad de base o compilaciones propias de la enfermedad (infecciones oportunistas, etc.). Estos tratamientos específicos están dirigidos por los médicos del Pronasida. También hemos contado con la colaboración de la Prof. Valdez, del Dr. Iván Allende y especialmente de la Dra. Cristina Alarcón, infectóloga del Programa.
4) No obstante los tratamientos realizados muchos pacientes han fallecido, brindándoles a todos ellos la mejor calidad de vida, con el mejor alivio sintomático hasta el final.
5) Gracias a la sinergia de ambos enfoques otro grupo numeroso de pacientes se han recuperado y han sido dados de alta. En algunos pocos casos, a consecuencia de la discriminación que sufren, a algunos pacientes recuperados se les da la posibilidad de vivir por un periodo en la Granja Padre Pío, de la misma fundación San Rafael.
6) En algunos penosos casos los pacientes han dejado niños huérfanos que no son recogidos por familiares. La misma fundación ha decidido acoger dichos niños en las llamadas “Casitas de Belén”.
7) En ningún caso los profesionales que trabajan en la clínica ni el padre Trento hacen discriminación en relación a la orientación sexual de los pacientes ni de sus actividades lucrativas (trabajadores del sexo masculino o femenino) ni de ningún otro tipo. Concordante con la epidemiología nacional, la mayoría de los pacientes son heterosexuales.
Hasta aquí mis aclaraciones, que no tienen otra motivación que colaborar al diálogo sincero.
Umberto Mazzotti