Cargando...
Esta cantidad escandalosa de tiempo pinta de cuerpo entero que resulta mucho más lucrativo y beneficioso ejercer un cargo público en nuestro país, donde los mecanismos y organismos de control y sanción no cumplen con su rol, que emprender en el sector privado. Considerando además los importantes beneficios que se obtienen como ser: sueldos, beneficios como cupo de combustible, representación por el cargo, seguro médico privado, etc.. En comparación con el sector privado, y en especial en nuestro país donde el sueldo mínimo es de G. 2.192.839 que representa el total de 26 jornales mínimos de G. 84.340 diarios. Mientras que el sueldo que percibe un senador asciende a G. 32.774.840 y equivale a ¡20 salarios mínimos!, agregando que en el estado actual de pandemia trabajan menos e incluso no trabajan, pero en el sector público igual siguen percibiendo el mismo salario. Es más, caraduramente se asignan aumentos astronómicos provenientes de fondos públicos, en plena pandemia.
Hay familias enteras que deben sobrevivir al mes con el ingreso de G. 2.192.839 que equivale a G. 73.094 diarios para cubrir todas sus necesidades básicas como son alimentación, vestimenta y salud, resultando imposible llevar una vida digna.
El país registra un aproximado de 7.500.000 habitantes, de los cuales cerca de 4.500.000 representan la población económicamente activa y que equivalen al 60%; y del total de la población económicamente activa, 2.700.000 habitantes aproximadamente trabajan en el sector informal; es decir, no cuentan con un seguro social ni de salud, y prácticamente trabajan para ganarse la vida día a día.
Evitando que Galaverna sea propuesto y acceda al cargo de presidente del Senado lograremos impedir que nuevamente la clase política se burle del pueblo, maneje a su antojo y a la forma a la cual están acostumbrados, la administración del Estado y la distribución de los fondos públicos, designando y nombrando nuevas autoridades en los cargos claves y de importancia, como la Contraloría General de la República, ministros de Justicia Electoral y otros, logrando nombrar a personas allegadas a ellos y a su partido, que respondan a sus intereses y conseguir manejar nuevamente a su antojo el Gobierno y los fondos públicos, y lo que menos hacen es desarrollar una política con miras al bien común, buscando el desarrollo en el ámbito económico, la salud y educación.
Sandra Enciso Garcete
CI N° 864.907