Un transporte precario enlaza con la ciudad a barrio pobre de Buenos Aires

BUENOS AIRES. Los habitantes de la Villa 31, uno de los asentamientos más pobres que rodean Buenos Aires, cuentan ya con una precaria línea de autobuses que conectan el interior del barrio con los centros de transporte más transitados de la capital.

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La improvisada línea de colectivos (los autobuses que unen distintos puntos de la ciudad) consta tan solo de dos unidades, “un minubús y una combi”, que transitan por las calles de la villa en la que, según datos no oficiales, se calcula que viven unas 30.000 personas.

Por un precio de 3 pesos el billete (unos 3 centavos de dólar), sus habitantes pueden entrar y salir del barrio en poco tiempo para acudir a sus trabajos, llevar a los niños al colegio o hacer la compra.

“Arrancamos a las 04:10 (07:10 GMT) de la mañana cuando la gente sale a trabajar. También tenemos horario fijo a las 7:15 y 7:30 (10:15 y 10:30 GMT) para llevar a los chicos que se van a la escuela. Y después vamos y venimos todo el día, sin horarios fijos”, explica el conductor de uno de los autobuses a “Clarín”.

“Este es un servicio vital para los vecinos y para nosotros, es una salida laboral”, remarca.
Según datos del censo de 2010, más de 160.000 personas viven hacinadas en villas en la capital argentina, que ocupan un total de 259,9 hectáreas.

Entre las tres villas más numerosas, la 21-24 del barrio porteño de Barracas, la 31 en Retiro y la 1-11-14 en el Bajo Flores suman 80.000 personas. 

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