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Castro falleció el viernes a los 90 años y desde entonces ha recibido sentidos homenajes en Cuba y varios países de la región, mientras sus detractores han celebrado su partida, sobre todo a unos 150 kilómetros al norte, en Miami.
El recorrido con los restos de Castro emulará, en sentido opuesto, la "caravana de la libertad" que emprendieron desde la ciudad de Santiago de Cuba, al extremo oriental de la isla, a La Habana su grupo de guerrilleros barbudos tras el derrocamiento del dictador Fulgencio Batista en el año nuevo de 1959.
"Fidel es un hombre que hizo historia, merece que se le haga un tributo como este. Es lo mejor que nos ha pasado", dijo Cecilio Salgado, un chofer de 58 años que apuraba el paso para ver el cortejo fúnebre que llevaba los restos de "El Comandante" en un cofre negro cubierto con la bandera cubana. La parsimonia que reinaba en el ambiente sólo se rompía con gritos de "Fidel, Fidel", al paso del séquito.
Las cenizas de Castro, quien fue incinerado el sábado en una ceremonia privada, eran remolcadas por un vehículo todoterreno y escoltadas por camiones militares, un par de motos, un helicóptero, decenas de fotógrafos y miles de seguidores que ondeaban banderas de su país y fotos de su extinto líder.
Guillermo Cádiz, de 83 años, esperaba en el pueblo de Jovellanos, en la provincia de Matanzas, al este de La Habana, que llegara la caravana para despedirse de su amigo y compañero del Ejército Rebelde de la Sierra Maestra, las montañas que sirvieron de trinchera a la guerrilla del líder comunista. "Fidel es todo para Cuba y lo vamos a extrañar", dijo llorando. "Nunca habrá otro ser humano como él", agregó el anciano sentado en una silla de ruedas eléctrica con un sombrero para protegerse del sol.
Una vez finalizado el recorrido de casi 1.000 kilómetros, los restos de Castro reposarán en el cementerio Santa Ifigenia, cerca de la tumba de uno de sus grandes inspiradores: el héroe de la independencia cubana, José Martí.
Aquejado por una afección intestinal no revelada, Castro cedió el poder a su hermano menor, Raúl, en el 2006 y desde entonces sus apariciones públicas disminuyeron ostensiblemente. Sin embargo, de cuando en cuando, fustigaba en artículos de opinión a Estados Unidos, con quien su hermano restableció relaciones diplomáticas en el 2015 tras más de medio siglo de hostilidades.
Pero algunos temen que el acercamiento, que el presidente saliente Barack Obama no ha podido sellar, se enfríe con la llegada del republicano Donald Trump a la Casa Blanca en enero. "Con lo que ha venido diciendo, pareciera que se vienen tiempos aciagos para Cuba", dijo Cristian Gutiérrez, mientras se agolpaba para ver la caravana con las cenizas de Castro, en referencia a los recientes comentarios de Trump, quien amenazó con romper los acuerdos firmados por Obama.