El magnate republicano había acusado al presidente de EE.UU., Barack Obama, y a su Administración, de la que su oponente demócrata, Hillary Clinton, formó parte como secretaria de Estado (2009-2013) , de promover el surgimiento del Estado Islámico (EI) al salir de Irak en 2011.
Trump dijo que Obama debió dejar una fuerza de “10.000 soldados o más” para mantener la estabilidad en el país y proteger, por ejemplo, la infraestructura petrolífera, cuya explotación ha llenado las arcas de los yihadistas.
Clinton le recordó al magnate neoyorquino que la salida de tropas fue producto de un acuerdo suscrito entre el expresidente de EE.UU. George W. Bush y el Gobierno de Irak, con el que Obama no tuvo nada que ver.
Trump también dijo que Bush nunca debió haber intervenido para derrocar al dictador iraquí Saddam Hussein.
“Donald apoyó la guerra de Irak”, respondió Clinton, a lo que Trump interrumpió repetidamente con un “erróneo, erróneo, erróneo”.
En ese momento, el moderador del debate de la cadena televisiva NBC, Lester Holt, recordó que en 2002, antes del inicio de la guerra, Trump mostró su apoyo a la guerra en una entrevista.
El magnate respondió que eso es un “sinsentido” inventado por “la prensa dominante”.
En esa entrevista, preguntado por si apoyaba la intervención, Trump dijo: “Supongo que sí”, una afirmación que hoy quiso reconvertir en un “quién sabe”.
Aseguró, además, que antes de la intervención su desacuerdo con la guerra era un hecho.