Trump, que partía como favorito en todas las encuestas por más de 10 puntos, superó por menos de lo esperado al senador Marco Rubio, que logró movilizar al votante moderado del norte del estado con una intensa campaña pero no consiguió una primera victoria que habría sido muy significativa.
El magnate suma así 49 delegados y un estado en una noche que confirma su condición de gran favorito republicano con victorias en Georgia (76 delegados), Alabama (50), Massachusetts (42) y Tennessee (58).
Las proyecciones de Virginia no llegaron hasta casi dos horas después del cierre de los centros de votación y las encuestas a pie de urna indican una reñida competición de Trump y Rubio en un estado donde el voto republicano está dividido entre el voto más moderado del norte y los más conservadores del sur y el oeste.
Todas las encuestas daban por vencedor a Trump, con una ventaja media de 14,5 por ciento.
Pero Rubio apostó por este estado con una intensa campaña y esperaba dar la sorpresa o al menos lograr un buen resultado en las áreas urbanas y vecinas de Washington.
La victoria del magnate en Virginia supone un duro revés para el senador por Florida, el favorito del “establishment” (aparato) republicano para evitar que Trump sea el candidato.
Pero para sostener esa idea, Rubio necesita una victoria, y una victoria que sea significativa: si hubiera logrado vencer a Trump en Virginia, o al menos obtener un buen resultado, podría argumentar que él es el candidato que puede atraer a votantes de más amplio espectro y recuperar la Casa Blanca para los republicanos.
Virginia, que votó en las dos últimas elecciones por Barack Obama, ha pasado de ser un estado “rojo” (republicano) a “morado” (en disputa) , y será clave en las elecciones de noviembre, junto con otros estados bisagra como Florida, el estado de Rubio.
Una docena de estados de todo el país celebran primarias y caucus (asambleas populares) hoy en el supermartes, jornada en la que los aspirantes republicanos competirán por 595 delegados, de los 1.237 necesarios para obtener la candidatura presidencial.
Por el lado demócrata se disputan 865 delegados de los 2.383 necesarios para lograr la nominación presidencial del partido, y la ex secretaria de Estado Hillary Clinton parte como favorita frente a su rival, el senador por Vermont, Bernie Sanders.