En una llamada telefónica, el responsable instó a los organismos humanitarios a que intervengan lo antes posible para “salvar” a los ciudadanos amenazados por hambruna en la zona.
Explicó que los habitantes de la provincia de Bassalia, donde ha perecido este grupo de personas, “se enfrentan a una verdadera crisis por la falta de alimentos”, y agregó que “los continuos actos de violencia impiden a los civiles almacenar los suficientes alimentos” para subsistir.
Asimismo, indicó que los actos violentos que ocurrieron en la capital homónima del estado recientemente “obligaron a varios de sus habitantes a regresar (a Bassalia) donde ya sufrían” esa escasez de alimentos.
Durante los pasados tres meses, varios responsables gubernamentales en los estados de Boma (este) y Amadi (suroeste) se quejaron del deterioro de la situación humanitaria por la guerra, que ha causado la muerte de numerosos civiles en estas zonas. Las ONG que operan en Sudán del Sur han encontrado obstáculos por parte del Gobierno para hacer llegar las ayudas a los afectados en todas las partes de la región.
Desde su independencia en 2011, Sudán del Sur está sumido en una guerra civil entre fuerzas gubernamentales y opositoras que ha degenerado en una conflicto tribal, que ha causado miles de muertos, millones de desplazados y una hambruna en varias regiones del país.