“Creo que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos solamente se utilizan en caso de amenaza de seguridad nacional”, dijo Rubio al canal hispano Univisión el miércoles por la noche. “Creo que hay un argumento muy fuerte que se puede hacer en este momento de que Venezuela y el régimen de Maduro se han convertido en una amenaza a la región e incluso a Estados Unidos”, prosiguió el legislador republicano. Aclaró que “por meses y por años” había defendido una opción “no militar y pacífica” en Venezuela, pero que ahora “las circunstancias han cambiado”.
El senador por Florida, de padres cubanos, ha sido un duro crítico del gobierno de Maduro y es una de las voces más influyentes en Washington respecto a la política estadounidense sobre Cuba y Venezuela. Añadió que discutió el tema el martes con el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton. Respecto al encuentro, señaló: “(El de) Maduro es un gobierno que apoya a narcotraficantes, a guerrilleros y a grupos terroristas que están amenazando la estabilidad de Colombia y están desestabilizando a varios países”.
“Y si se le ocurre a Maduro invitar a que (el presidente ruso, Vladimir) Putin mande aviones militares por ejemplo, o que abran una base, esto va a acelerarse más todavía. Yo creo que las circunstancias han cambiado; y lo dejo ahí”.
Venezuela, que tiene las mayores reservas petroleras del mundo, está ahogada en una crisis humanitaria sin precedentes, que a su vez genera un problema regional con miles de refugiados en Brasil, Colombia, Perú y Ecuador. Brasil desplazó tropas a su fronterizo estado de Roraima para hacer frente a la crisis, mientras Estados Unidos envió un buque hospital que atenderá a los refugiados venezolanos en Colombia.
En febrero de este año, Rubio había dicho que el mundo apoyaría a las fuerzas armadas venezolanas si éstas emprendían un golpe de Estado en Venezuela, pero no había evocado entonces el fantasma de la intervención extranjera. Éste sí fue mencionado en agosto del año pasado por el presidente Donald Trump, pero entonces sus comentarios fueron rechazados por los países latinoamericanos.