En una declaración por escrito enviada al Parlamento, el ministro explicó esta completa normalización de las relaciones diplomáticas con Teherán después de que la legación fuese cerrada en 2011 tras el asalto al edificio por parte de un grupo de estudiantes islámicos.
Esta decisión coincide con el aumento de la tensión en Irak por el avance de los radicales islámicos y la disposición del Gobierno iraní de prestar ayuda a las autoridades del país vecino.
El Gobierno británico informó ayer de que Hague había abordado la crisis en Irak con su homólogo iraní, Mohammed Javad Zarid, en una conversación telefónica, sin aportar más detalles. Al explicar hoy las razones de la reapertura de la embajada, el ministro británico de Exteriores dijo que el Gobierno siempre consideró esta normalización en cuanto se dieran las circunstancias apropiadas.
“Nuestras dos principales preocupaciones a la hora de considerar la apertura de nuestra embajada en Teherán eran el tener la garantía de que nuestro personal tuviera seguridad y la confianza de que pudieran cumplir sus funciones sin obstáculos”, añadió.
El jefe de la diplomacia británica destacó que Irán es un país importante que está en una “zona volátil” y resaltó que mantener embajadas en el mundo, incluso en circunstancias difíciles, es un “pilar” de la política exterior del Reino Unido.
“Es por ello que ahora he decidido que las circunstancias son correctas para volver a abrir nuestra embajada en Teherán”, dijo.
El año pasado, Londres había empezado el proceso para mejorar las relaciones con Irán al nombrar a un encargado de negocios. En noviembre de 2011, un grupo de estudiantes islámicos asaltó la embajada británica en Teherán, pero la llegada al poder el año pasado del nuevo presidente de Irán, Hasán Rohaní, ha ayudado a mejorar las relaciones de ese país con Occidente.
La relaciones anglo-iraníes fueron en el pasado difíciles por episodios como el cierre de la embajada británica en Teherán en 1979 a raíz de la revolución islámica, el caso del escritor angloindio Salman Rushdie con su libro Los versos satánicos o la detención de miembros de la Marina británica en Irán en 2007 acusados de entrar ilegalmente en aguas territoriales iraníes.