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El Imperio Austrohúngaro era uno de los más poderosos de Europa a inicios del siglo XX. Bajo su poder se encontraban los pueblos eslavos, agrupados en estados, que hasta hoy en día siguen intentando marcar sus territorios. El 28 de junio de 1914 era asesinado Francisco Fernando de Austria, heredero del imperio junto a su esposa, Sofía. Dos balazos de un nacionalista serbio llamado Gavrilo Princip, en la mañana de ese día, en una calle de Sarajevo, hicieron que el mundo cambie.
El clima de tensión en los Balcanes alcanzó su máximo apogeo un mes después, hace 100 años, el 28 de julio de 1914, cuando se inició la primera guerra global entre países del mundo: El Imperio Austrohúngaro le declaraba la guerra a Serbia. Esto causó la reacción del Imperio Ruso, aliado de Serbia, quien se une a la causa austrohúngara el 30 de julio.
El 1 de agosto, dos días después, Alemania – en ese entonces el Imperio Alemán - le declara la guerra a Rusia y luego a Francia. El 4 de agosto el Imperio de Gran Bretaña le declara la guerra a Alemania.
Así se forma la Triple Entente (Gran Bretaña, Rusia y Francia) y la Triple Alianza (Imperio Austrohúngaro, el Imperio Alemán y ya a finales de 1914, el Imperio Otomano).
Pero la Guerra Grande, como fue llamada la Primera Guerra Mundial hace un siglo, es una de las más complicadas de entender. Algunos historiadores inclusive entienden que fue una guerra absurda, que dejó unos 9 millones de muertos. El pensador e historiador Eric Hobsbawm afirma que esta guerra fue el inicio de una contienda que no terminó hasta 1991, cuando cayó el régimen comunista de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Así pues, este prestigioso investigador entiende que ese 28 de julio de 1914 se inició una de las más largas guerras de la historia de la humanidad, con periodos de relativa calma entre 1918 y 1939 y durante la Guerra Fría entre los Estados Unidos y Rusia.
¿Por qué comenzó la Primera Guerra Mundial? Por el sentimiento de los pueblos eslavos de ser gobernados por un imperio por el que que sentían poco interés (el Austrohúngaro). Los tratados firmados mucho tiempo antes, como la alianza militar franco-rusa, firmada en 1894 y los resquemores de la guerra franco prusiana, que terminó con la consolidación del Imperio Alemán en 1871, fueron algunos de los factores que ciertamente influyeron en el inicio de la contienda.
Pero también las potencias, con una carrera armamentista en ciernes, tenían muchos intereses en las colonias que poseían en Asia y África. Por supuesto, el factor económico no puede estar exento, como en casi todo conflicto internacional.
Unos 70 millones de soldados se movilizaron y además de la cantidad de muertos, hubo unos 10 millones de heridos. Hace 100 años también los aviones hacían su primera “aparición” durante una guerra.
Dentro del mapa político mundial, en donde la supremacía europea era aún tangible, se dieron una serie de cambios dentro de la estructura social del mundo, principalmente en los países de occidente. El Imperio Británico, que era “dueño” del 25% del mundo en la época victoriana, cedía ahora el liderazgo mundial a los Estados Unidos, tras la unión del país americano en el año 1917. Además, la Revolución Rusa de 1917 y el alzamiento del comunismo en Eurasia de la mano de Lenin fueron determinantes para la nueva “composición” del mundo.
El suplemento “Babelia” del diario español El País, enumera el “legado” de la contienda. Entre ellas figuran, por ejemplo, la tecnología moderna implementada, las armas químicas, la transformación de oriente próximo (el Imperio Otomano mutó en lo que hoy es Turquía), el levantamiento de los movimientos obreros, el derecho a voto de las mujeres, el quiebre del privilegio aristocrático en Gran Bretaña, el cine de propaganda, y el nacimiento de “nuevos” países como Polonia, Austria, Hungría, Alemania, Letonia, Rumania y Checoslovaquia (hoy República Checa y Eslovaquia).