“La CDHDF, una vez que tuvo conocimiento de los hechos, envío medidas precautorias a las autoridades del Distrito Federal y se puso en contacto con sus familiares a quienes se encuentra brindando acompañamiento y para quienes ha solicitado medidas de protección urgentes”, detalló el organismo en un comunicado.
Rubén Espinosa, quien colaboraba con la revista Proceso y las agencias Cuartoscuro y AVC, había salido en junio del estado oriental de Veracruz, donde trabajaba desde hacía varios años, tras denunciar acoso y hostigamiento.
En la noche del viernes, fue hallado muerto por disparos de armas de fuego junto con cuatro mujeres en un apartamento de la colonia Narvarte, en el centro-sur de la Ciudad de México, tal y como confirmaron sus familiares tras identificar el cuerpo.
“La CDHDF expresa su solidaridad con los familiares del periodista Rubén Espinosa y condena la violencia que se vive en el ejercicio del periodismo”, detalló la dependencia, que pidió a la fiscalía capitalina que investigue si el móvil del crimen se relaciona con su labor periodística, tal y como también demandó el ombudsman mexicano.
Asimismo, la Fiscalía de México comunicó que dará seguimiento al asesinato del fotoperiodista, aunque no colaborará en la investigación si no lo solicita la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.
Este caso ha consternado a organizaciones civiles y a la opinión pública, que hoy se manifiesta en varios puntos del país para condenar el suceso.
Se trata de la primera ocasión en que un periodista desplazado internamente tras recibir amenazas es perseguido y asesinado, denunciaron hoy varias organizaciones.
Según organizaciones de periodistas, México es uno de los países más peligros del mundo para el ejercicio del periodismo.
Entre 2000 y 2014 la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) cuantificó 87 homicidios de comunicadores, una cifra que la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle) elevó a 102.