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El peso argentino en la plaza interbancaria se depreciaba un 2,59 %, a 42,15 unidades por dólar cerca de su nivel mínimo histórico de 42,50 unidades para la venta anotada en la primer semana de marzo.
Al respecto, el economista Amílcar Ferreira comentó que está depreciación del peso se debe a que existen dudas de que el Banco Central del vecino país pueda atender la demanda de dólares.
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“Argentina es un caso particular porque es un mercado que está muy expuesto a presiones y especulaciones”, señaló a ABC Color.
Describió además que aunque el Banco Mundial le haya hecho un préstamo, este no le permite utilizar este dinero para intervenir en el mercado cambiario, por lo que está expuesto a volatilidad.
“Argentina tiene un descreimiento en su propia moneda y los argentinos se refugian en el dólar, gente que cambia sus pesos para cambiarlos a dólar”, comentó.
Por otra parte manifestó que Argentina es la excepción, ya que la tendencia es el fortalecimiento de las monedas de los mercados emergentes, especialmente desde el anuncio de la la Reserva Federal que no prevé subir el interés en lo que resta de año.
Con relación al real explicó que mantiene su promedio, al menos en marzo con poco movimiento. Si bien sufrió una ligera devaluación pero Brasil tiene mayor fortaleza que Argentina, en lo que se refiere al mercado cambiario.
La depreciación de las monedas regionales está marcada por las situaciones políticas que vive cada país, explicó el economista.
En el caso de brasileño, aunque tiene problemas con el déficit fiscal el gobierno electo ya en funciones le otorga estabilidad a diferencia de lo que ocurre en Argentina que tendrá en octubre elecciones, lo que genera incertidumbre.
Sobre Paraguay comentó que la devaluación está dentro de los rasgos normales y que existe fortaleza en el Banco Central que cuenta con un buen volumen de reservas para intervenir en el mercado cambiario y evitar que se dispare demasiado.