Cargando...
El decreto de la Congregación destaca que Romero “fue muerto en odio de la fe” y que el monseñor salvadoreño es “venerado como un santo en su país y en toda América Latina”.
Treinta y cinco años después del asesinato del mártir de los pobres de El Salvador el Papa dio en otras palabras sudefinitiva vía libre a la beatificación de monseñor Romero.
Hace tres semanas los teólogos de la Congregación habían reconocido el martirio, tal cual hicieron luego los cardenas y obispos de esa misma Congregación. La firma de papa Francisco era por lo tanto el último paso que faltaba para cerrar el “iter” de la causa de Romero cuyo postulador fue el arzobispo Vincenzo Paglia, presidente a su vez del Pontificio Consejo para la Familia, quien aseguró que la beatificación “tendrá lugar seguramente en el curso del año, no mucho más allá que eso”.
Es probable que la ceremonia no se lleve a cabo, como había indicado en un primer momento la Iglesia salvadoreña, el 24 de marzo, fecha de la muete de Romero.
Una fecha probable es entonces el 15 de agosto, aniversario en cambio del nacimiento. Lo que está claro es que quien celebrará la beatificación en nombre del Papa en San Salvador será el cardenal Angelo Amato, prefecto del ’ministerio’ de las Causas para los santos.
El anuncio de hoy cierra de esta manera el largo camino de la beatificación de Romero, quien fue asesinado en el altar de la capilla del hospital de la Divina Providencia mientras daba misa por un asesino de la extrema derecha. A la causa no le faltaron por cierto obstáculos y frenazos a lo largo de estos últimos años. Abierta en marzo del 1994 e impulsada en el 1997 por monseñor Paglia a nivel de la Congregación vaticana, el tema quedó sin embargo estancado por mucho tiempo.
Se desbloqueó únicamente tras la elección de Jorge Mario Bergoglio como papa.
El frenazo sufrido por la causa se debió entre otras razones a la oposición de una parte de la Iglesia latinoamericana y de la curia romana.
Monseñor Romero era considerado cercano a las posiciones de la “teología de la liberación” y su recuerdo e imagen venían vistos como un símbolo por diferentes grupos y partidos de la izquierda latinoamericana.
“Estoy realmente conmovido, después de tantos años por fin hemos llegado a la conclusión de este largo procedimiento. Tengo una doble felicidad, sea porque las opiniones sobre la beatificación fueron unánimes, tanto por parte de los teólogos como de los cardenales, como por el hecho que Romero sea declarado beato por el primer Papa sudamericano de la historia”, destacó sin esconder su felicidad monseñor Paglia a RadioVaticana.
“Un Papa -concluyó- que pide una Iglesia pobre para los pobres: exactamente lo que ha sido la vida de monseñor Romero”.