Save the Children llevaba desde 2012 bajo vigilancia, después de que un informe de los servicios de inteligencia vincularan a la ONG con Shakeel Afridi, el médico paquistaní que ayudó a la CIA a encontrar a Osama Bin Laden.
Las autoridades no se han pronunciado oficialmente sobre el asunto, pero un responsable del ministerio del Interior explicó a la AFP bajo cobertura de anonimato que la ONG “estaba implicada en actividades antipaquistaníes”.
Save the Children, que trabaja en proyectos de educación, sanidad y alimentación, siempre ha negado estas acusaciones.
Desde la incursión clandestina de las fuerzas especiales norteamericanas que mataron a Bin Laden en 2011 en Abbottabad (norte), Pakistán ha limitado la libertad de movimiento de las oenegés extranjeras a las que sus servicios de inteligencia consideran sospechosas de colaborar con los gobiernos de otros países.