El arzobispo Joe Seoka urgió a los sudafricanos a permanecer unidos.
“Dios está sirviéndose de Madiba y su larga enfermedad para invitarnos a que permanezcamos unidos en torno a los valores que él representa”, dijo el arzobispo, quien se refirió a Mandela como Madiba, tal y como suele hacerlo su clan.
Mandela fue internado en el Hospital del Corazón Mediclinic de Pretoria el 8 de junio a causa de una infección pulmonar crónica.
El miércoles, la presidencia sudafricana dijo que la condición de Mandela es “crítica pero estable”.
En los últimos dos meses se han vivido varios momentos de alarma por la salud del Nobel de la Paz y para el país, donde se le considera un santo viviente.
Según testimonios de familiares y documentos de la corte, la situación de Mandela sería muy grave y se le ha descrito como en “estado vegetativo”, ya que depende de apoyo artificial para su sobrevivencia.
El 23 de junio la presidencia indicó que “la condición del expresidente se había vuelto muy crítica” , por lo que el presidente Jacob Zuma canceló un viaje.
Sin embargo, amigos y familiares indicaron después que su salud mejoraba.
Cuando Mandela cumplió 95 años, el 18 de julio, la familia se reunió a su alrededor para una celebración.
En todo el país ha surgido una ola de acciones de caridad y muchas personas han ofrecido 67 minutos de trabajo por los 67 años que Mandela ha estado en la vida pública.
El gobierno sudafricano ha sido discreto en torno a la situación de la salud de Mandela, por lo que ha emitido pocos y escuetos comunicados y ha rechazado hacer comentarios específicos sobre su estado.
La entrada del hospital se encuentra tapizada con centenares de tarjetas, fotografías y flores dejadas allí por sus dolientes.
El miércoles, un grupo de 50 escolares cantó a la entrada del hospital “Mandela, te amamos, nadie es como tú”.