“Hace minutos sorpresivamente a Antonio lo trajo el Sebin (servicio de inteligencia) a nuestra residencia. Vuelve a la casa por cárcel”, escribió Capriles, quien se halla en Madrid.
Ledezma, de 62 años, y el líder opositor Leopoldo López, de 46, fueron llevados a la prisión militar de Ramo Verde (en las afueras de Caracas) en la madrugada del pasado martes, luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) les revocara la prisión domiciliar, acusándolos de planear fugarse.
Ambos habían hecho llamamientos contra las elecciones de la Asamblea Constituyente del presidente Nicolás Maduro, que se instala este viernes en medio de un fuerte rechazo internacional y cuestionadas por presunto “fraude”.
La hija del alcalde, Oriette Ledezma, aseguró a periodistas que nunca le explicaron al dirigente por qué lo llevaron a Ramo Verde. “Fue recluido en una celda aislado en solitario, nunca supimos por qué se lo llevaron. Está bien, no lo maltrataron”, expresó tras el regreso de su padre a su casa.
La madrugada del martes, agentes del Sebin habían sacado a Ledezma de su casa en pijama y con agresividad, entre los gritos de auxilio de una vecina, según imágenes difundidas en redes sociales. “Antonio dijo al entrar al apartamento que retorna con la angustia de que Leopoldo y más de 600 presos políticos siguen tras las rejas”, dijo la esposa del alcalde.
El arresto de ambos líderes opositores causó una fuerte condena internacional. El presidente estadounidense, Donald Trump, rechazó “las acciones de la dictadura de Maduro” y dijo que lo hacía “personalmente responsable” por la seguridad de los políticos.
“Agradecemos al pueblo de Venezuela y a la comunidad internacional por su preocupación y gran solidaridad y a sus leales vecinos”, agregó Capriles.
Ledezma fue detenido el 19 de febrero de 2015, acusado de una supuesta conspiración contra el mandatario -aún está en juicio-. Dos meses después recibió casa por cárcel por motivos de salud.
Por su parte, López había sido puesto bajo detención domiciliaria el 8 de julio tras tres años y cinco meses en Ramo Verde, donde cumplía una condena de casi 14 años, acusado de instigar a la violencia en las protestas contra Maduro de 2014, que dejaron 43 fallecidos