La “ley mordaza” , como la llaman sus detractores, permite, entre otras medidas, devolver a inmigrantes clandestinos que crucen la frontera sin darles tiempo a solicitar el asilo.
El texto también prevé multas de hasta 600.000 euros para sancionar algunos casos de desórdenes, sin pasar por un juez. También, según las situaciones, se prevén multas por tomar imágenes de las fuerzas del orden o por participar en manifestaciones contra desahucios.
El gobernante Partido Popular (PP, derecha) “ha impulsado esta ley para frenar las manifestaciones, el derecho a la información y también para conculcar la libertad y la dignidad de las personas. Estamos convencidos de que el TC nos va a dar la razón” , declaró el portavoz parlamentario socialista, Antonio Hernando, según un comunicado de esa formación.
Este recurso contra una ley aprobada a finales de marzo “también lo interponemos contra las devoluciones en caliente, es decir, contra las devoluciones de cualquier forma, sin procedimiento, (...) que se están produciendo en las fronteras de Ceuta y Melilla y que conculcan el derecho de los inmigrantes a solicitar asilo, refugio y protección internacional”, añadió.
Los enclaves norteafricanos españoles de Ceuta y Melilla son las únicas fronteras terrestres de la Unión Europea con África. Los inmigrantes intentan regularmente saltar sus vallas fronterizas para alcanzar Europa, aunque sin comparación con el flujo de refugiados procedente de zonas de conflicto que intentan alcanzar las costas italianas o griegas.
España recibe a menudo críticas en este ámbito por parte de organizaciones de defensa de los derechos humanos, que consideran que no se respeta el derecho internacional.
“La respuesta a las personas que huyen de la guerra y el horror es vergonzosa”, dijo recientemente Amnistía Internacional España, según la cual, sólo 30 personas que huyeron de Siria han sido acogidas en España en 2014 y 130 lo serán en 2015, cuando cuatro millones han huido a los países vecinos.
Según José Palazón, de la organización de defensa de los inmigrantes Prodein, Marruecos reforzó recientemente las medidas contra los inmigrantes que intentan entrar en Melilla, evitando las “devoluciones en caliente” españolas, que, según él, siguen en Ceuta.
Este “cierre de las fronteras terrestres” favorece, según él, las salidas por mar.