“No estamos en posición de poder permitirnos perder ni un solo día”, dijo el coordinador de las Naciones Unidas para el ébola, David Nabarro, que advirtió que “este brote se está moviendo por delante de los esfuerzos para su control”.
Nabarro, que volvió recientemente de un viaje a la región de África Occidental, foco principal de la epidemia, aseguró en una rueda de prensa junto a la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) , Margaret Chan, que estos países “ dependen mucho ” de la solidaridad internacional.
“Necesitamos una coordinación fuerte y poderosa para enfrentar esta compleja situación”, dijo Nabarro, que aseguró que “la coordinación salva vidas y mejora resultados”.
La directora general de la OMS indicó que se trata de la epidemia “más compleja” que han reportado las autoridades sanitarias hasta la fecha, con más de 3.500 casos registrados en Guinea Conakry, Sierra Leona, Liberia y Nigeria, y con más de 1.900 víctimas mortales, según datos de esta semana.
Chan mencionó además el caso de un infectado de Liberia que viajó en avión a Nigeria y un infectado guineano que llegó en coche a territorio senegalés, además de un pequeño brote en el Congo, no relacionado con el de África Occidental.
“Claramente es un brote independiente, es importante señalar que no se ha extendido de África Occidental a África Central”, enfatizó Chan, que hizo hincapié en la importancia de “no estigmatizar” a los enfermos para que no se avergüencen de acudir al médico para ser tratados y evitar la propagación del virus.
La directora general advirtió que el brote de ébola es una “amenaza global”, por lo que pidió a la comunidad internacional que se una a hacer más para combatir la epidemia que, según cálculos preliminares, podría costar más de 600 millones de dólares.
“El ébola no es una enfermedad nueva, en el sentido que sabemos qué hacer y cómo hacerlo, pero tiene que haber coordinación”, aseveró Chan, que destacó la ayuda de la Unión Africana, la Cruz Roja, el Banco Mundial y otras instituciones.
Además, destacó la necesidad de trabajar con los gobiernos, que están liderando la respuesta, los líderes religiosos, los líderes comunales y las ONG para evitar que se extiendan rumores sobre que la enfermedad fue traída desde fuera o que es incurable.
“No hay que mandar el mensaje erróneo de que si tienen ébola van a morir” porque, según explicó, “está claro que cuanto antes se administra el tratamiento a la persona infectada las perspectivas de supervivencia son mayores”.
Entre las necesidades destacaron la falta de camas de hospitales, ambulancias para trasladar a los enfermos y personal para ayudar sobre el terreno. De hecho, se ha observado en los nuevos casos que se está extendiendo entre familiares que cuidan de los enfermos.
En este sentido, advirtieron que la detención de los vuelos de algunas aerolíneas hacia algunos países afectados tiene un impacto en la población que queda aislada y dificulta la llegada de personal sanitario de apoyo y cargamento médico.