La resolución, presentada por el Reino Unido, busca llevar ante la justicia a los yihadistas del EI señalados de perpetrar crímenes de guerra, y ha sido impulsada por Clooney, quien estuvo presente durante la votación.
Esta abogada libanesa-británica experta en derechos humanos representa a las mujeres yazidíes (una minoría religiosa kurda) que fueron tomadas como rehenes y utilizadas como esclavas sexuales por el grupo EI al arrasar la región de Sinjar, norte de Irak, en agosto de 2014.
Clooney, esposa del actor estadounidense George Clooney, estaba sentada al lado de Nadia Murad, una víctima de la yihad sexual del EI, que milita para que los ataques contra su comunidad sean considerados un genocidio. Por sus esfuerzos ha sido galardonada con el premio Sájarov del Parlamento Europeo el año pasado.
“¿Cómo es posible que no se haya hecho nada?”, dijo Clooney a la ONU en marzo pasado, al exigir a Irak que aceptara investigar los crímenes de EI.
“Hay fosas comunes desprotegidas e inexhumadas. Los testigos huyen y ni un sólo militante del EI está siendo juzgado por crímenes internacionales en ningún lugar del mundo”, señaló entonces la abogada.
Después de meses de presión, Irak aceptó en agosto la investigación, que “respaldará los esfuerzos nacionales para responsabilizar” a los yihadistas del EI, al “recolectar, conservar y guardar evidencia” en Irak, según indica la resolución.
De acuerdo con lo aprobado, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, presentará al Consejo, en un plazo de 60 días, detalles sobre el mandato del grupo de investigación que trabajará con sus homólogos iraquíes.
Los investigadores reunirán pruebas sobre “crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad o genocidio” para su uso en tribunales iraquíes, indicó el texto.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, consideró la resolución como “un primer paso importante para abordar la muerte, el sufrimiento y los daños de las víctimas de los crímenes cometidos por el EI en Irak, crímenes que incluyen el genocidio”.
Irak lanzó este jueves al amanecer una ofensiva contra uno de los últimos bastiones en el país del grupo EI, que en 2014 llegó a controlar un tercio del territorio iraquí.
Decenas de miles de yazidíes huyeron de la masacre de agosto de 2014 en Sinjar, y las investigaciones de derechos humanos de la ONU han documentado horribles relatos de abusos sufridos por mujeres y niñas.
Se estima que unas 3.000 mujeres aún permanecen en cautiverio del EI.