En un fallo dividido, este tribunal declaró este martes “admisible” un recurso presentado por 11 legisladores conservadores en contra de la ley que despenaliza el aborto en caso de riesgo de vida para la madre, inviabilidad fetal y violación, aprobada en el Congreso la semana pasada después de dos años y medio de tramitación.
Tras no conseguir paralizar su avance en el Congreso, la derecha recurrió al Tribunal Constitucional (TC) para evitar la promulgación de una iniciativa que cuenta con el apoyo de más de 70% de los chilenos, según sondeos, y que restituye un derecho que las chilenas tuvieron por más de 50 años hasta 1989, el último año de la dictadura de Augusto Pinochet.
La impugnación conservadora asegura que la ley impulsada por el gobierno de Michelle Bachelet “no despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo, sino que legaliza el aborto directo o provocado”, vulnerando el derecho a la vida del que está por nacer, consagrado en la Constitución.
Al borde de que expire el plazo legal, otro grupo de legisladores de oposición presentará la noche de este martes un segundo recurso ante el TC en contra de la ley de aborto, siguiendo los mismos argumentos.
“Las tres causales tienen un amplio y transversal apoyo social. Confío que el Tribunal Constitucional acoja la voz de la mayoría”, dijo la presidenta Bachelet el pasado viernes, unas declaraciones que la oposición consideró una injerencia inadecuada.