Ardern y el presidente francés, Emmanuel Macron, presidirán una reunión en París con representantes de compañías tecnológicas a los que se instará a unirse a la “Llamada de Christchurch” para comprometerse a eliminar contenidos extremistas violentos de internet.
El encuentro tendrá lugar el 15 de mayo, justo dos meses después del atentado contra dos mezquitas de Christchurch, en la isla sur de Nueva Zelanda, en el que murieron 50 personas y que fue transmitido en directo a través de Facebook por el asaltante. Ardern denunció el uso “sin precedentes” de las redes sociales como herramienta para promover el terrorismo en ese atentado y llamó a mostrar “liderazgo” para garantizar que esto no vuelva a ocurrir.
“Tenemos que actuar y esto incluye que los proveedores de redes sociales tomen más responsabilidad por los contenidos en sus plataformas, y medidas para que el contenido violento y extremista no se publique ni comparta”, dijo Ardern, según Radio New Zealand.
“No creo que haya nadie que defienda que el terrorista tenía derecho a retransmitir en directo el asesinato de 50 personas”, añadió.
La primera ministra indicó que ya ha mantenido conversaciones con varios representantes de estas compañías, incluido el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, y directivos de Microsoft, Twitter y Google.
La reunión de París será precedida por una ministerial del G7, cuya presidencia este año corresponde a Francia, y que se centrará en la lucha contra los discursos de odio a través de internet. El australiano Brenton Tarrant, un supremacista blanco de 28 años, es el único acusado por el atentado del pasado 15 de marzo en Christchurch, en el que disparó a quemarropa con armas automáticas a los feligreses mientras rezaban.
Facebook retiró 1,5 millones de vídeos del ataque y Youtube “decenas de miles más” tras registrar un volumen “ sin precedentes tanto por la escala como por la rapidez” del número de grabaciones subidas a la red por los usuarios.