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El supuesto autor de la violación, de 37 años, había sido detenido, pero la enfurecida turba lo sacó de las celdas policiales para golpearlo cruelmente mientras lo arrastraba por las calles del pueblo de Reyes, en el noroeste de Bolivia.
Agonizante, fue colgado de un árbol y su cadáver expuesto como escarmiento.
“Estaba bastante brava la gente y ha actuado de manera violenta. Como policías no podemos hacer más nada, tenemos que precautelar la vida de nuestros funcionarios”, explicó Iván Zambrana, director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, a la agencia estatal de noticias, ABI.
La población de Reyes sólo cuenta con cinco policías que no pudieron evitar el linchamiento al quedar rebasados por la multitud.
La niña y su familia habían llegado a Reyes para participar en una ceremonia religiosa por el fallecimiento de la abuela, ocurrido la semana anterior.
En la mañana del sábado la familia reportó la desaparición de la menor, cuyo cadáver fue encontrado posteriormente con signos de haber sido abusada sexualmente.
La policía indicó que, según las investigaciones preliminares, el presunto violador tenía antecedentes en la ciudad de La Paz por un caso similar.