Al informar sobre represalias contra Rusia tras atribuirle responsabilidad directa en los ciberataques electorales, Washington elevó aún más la tensión existente entre las dos potencias nucleares.
“Creo que no cabe duda de que cuando un gobierno extranjero intenta impactar en la integridad de nuestras elecciones, necesitamos tomar acciones”, advirtió el presidente estadounidense, Barack Obama, según extractos de una entrevista que concedió a la radio pública NPR y que serán difundidas este viernes.
“Y lo haremos, en el lugar y momento que elijamos”, aseguró. “Algunas acciones podrán ser explícitas y anunciadas”. “Otras puede que no”, añadió Obama, quien este viernes ofrecerá una conferencia de prensa a las 14:15 locales (16:15 hora paraguaya), en la que se prevé que aborde esta cuestión.
Anteriormente, su principal consejero, Ben Rhodes, había dejado claro lo que opina la Casa Blanca al respecto. “No creo que estas cosas ocurran en el gobierno ruso sin que Vladimir Putin lo sepa”, aseguró al canal de televisión MSNBC.
“Todo lo que sabemos sobre cómo funciona Rusia y hasta qué punto Putin controla el gobierno sugiere que, cuando hablamos de un ciberataque de estas características, estamos hablando de las esferas más altas del gobierno”, dijo Rhodes. “En última instancia, Vladimir Putin es responsable de las acciones del gobierno ruso”, destacó el asesor del presidente.
La tensión había aumentado ya el fin de semana, cuando el diario The Washington Post publicó un informe de la CIA sobre la intervención de Rusia en la campaña a través de ciberataques. La posición de la Casa Blanca en este asunto la enfrenta directamente con Trump, quien el jueves volvió a poner en duda la mano rusa en los ataques informáticos.
“Si Rusia u otra entidad realizaban ataques informáticos, ¿por qué la Casa Blanca esperó tanto tiempo para reaccionar? ¿Por qué sólo se quejaron después de que Hillary (Clinton) perdiera?”, escribió el presidente electo en Twitter.
La denuncia estadounidense contra Moscú tuvo inmediata respuesta del Kremlin este viernes a través de su portavoz, Dimitri Peskov.
“O bien hay que dejar de hablar o bien hay que aportar pruebas. Sino, todo esto es más que indecente”, dijo Peskov a los periodistas durante una visita del presidente Putin a Tokio. Peskov ya había rechazado las acusaciones estadounidenses al afirmar que esos “absurdos no se basan en ningún fundamento”.
Trump, de 70 años, está cada vez más solo rechazando los informes de la inteligencia de su país, que dirigirá a partir del 20 de enero.
Importantes miembros de su partido han manifestado su preocupación por la conclusión de la CIA, el FBI y las otras agencias implicando a Rusia en los ataques cibernéticos, apoyando incluso que el Congreso realice una investigación bipartidista.
El senador Lindsey Graham, uno de los políticos conservadores más veteranos, dijo el miércoles que el FBI le informó en agosto que su campaña había sido pirateada. “Mi objetivo es poner sobre la mesa del presidente Trump devastadoras sanciones contra Rusia. Tienen que pagar un precio”, aseguró.
El exdirector de la CIA Michael Hayden llamó a Trump “el único estadounidense importante que no ha aceptado que los rusos llevaron a cabo una gran campaña en contra de Estados Unidos”. “En esta cuestión particular, lo que dice Trump es lo mismo que dice Putin”, destacó.
La negación de Trump pone en peligro su relación con una parte clave del gobierno antes de que asuma el poder.
Obama advirtió mucho antes de los comicios del 8 de noviembre que tanto la campaña demócrata como la republicana fueron blanco de ciberataques y que la sombra de Rusia planeaba sobre este asunto. El mandatario saliente ordenó el lunes “realizar una investigación completa de lo ocurrido en el proceso electoral de 2016” .