Piero Parolari, de unos 60 años, recibió un corte de arma blanca en el hombro tras haber sido disparado en al menos una ocasión en Dinajpur (norte) por tres hombres que huyeron en motocicleta, explicó el superintendente adicional de la Policía local Hassan Uzzaman Mollah.
“La víctima fue trasladada a un hospital cercano tras el ataque y se encuentra fuera de peligro y consciente”, dijo la fuente.
En el momento de la agresión, Parolari se dirigía en bicicleta al hospital de la misión católica del Sagrado Corazón de Suhiari, en las afueras de Dinajpur, localidad en la que el italiano llevaba varias décadas residiendo.
Este ataque se suma a otros dos ocurridos con similar patrón contra extranjeros a finales de septiembre y principios de octubre, y que acabaron con la vida del cooperante italiano Cesare Tavella en Dacca y del ciudadano japonés Hoshi Kunio en el distrito septentrional de Rangpur respectivamente.
Aquellas acciones fueron supuestamente reivindicadas por el grupo Estado Islámico (EI) , aunque el Gobierno de Bangladesh no ha dado credibilidad a esta versión y apunta a una conspiración de las fuerzas opositoras para desestabilizar el país.
El incidente de hoy ha ocurrido apenas horas antes de que el Tribunal Supremo ratificara la pena de muerte contra dos destacados políticos opositores condenados en relación con crímenes durante la guerra de independencia de 1971.
Estos juicios son una promesa electoral con la que la actual primera ministra, Sheikh Hasina, regresó al poder hace siete años y afectan sobre todo a líderes islamistas que en el conflicto se alinearon con el régimen de Pakistán, del que Bangladesh era la región oriental.
Los atentados contra extranjeros se suman en lo que va de 2015 a cinco asesinatos de blogueros y pensadores laicos; un inédito atentado contra fiel de la minoría islámica chií y otros ataques contra policías y representantes de religiones minoritarias, en lo que algunos analistas interpretan como un auge del extremismo islamista en Bangladesh.