Los actos recordatorios de la firma del tratado de Asunción, que tuvo lugar el 26 de marzo de 1991 y fue la piedra fundamental del Mercosur, fueron encabezados por el canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, cuyo país ocupa la presidencia pro témpore del bloque. Vázquez incluso ocupó una silla al fondo del auditorio.
En los discursos de los cancilleres presentes -algunos países enviaron vicecancilleres- destacaron valoraciones positivas de logros alcanzados, y también una autocrítica por el estado del comercio intrarregional y la falta de concreción de acuerdos externos. La crisis en Brasil estuvo notoriamente presente en algunas alocuciones, y claramente ausente en otras.
“El modelo de integración elegido entonces (en 1991) no puede ser inmutable. (...) Hay que adaptarse a la realidad, aprender de los errores”, sostuvo Nin Novoa, destacando que el Mercosur, integrado por Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela, tiene “desafíos ganados y otros en deuda”.
En 25 años, “muchas veces fueron decisiones políticas las que frenaron los cursos de la integración” y “vientos proteccionistas que prevalecieron sobre la construcción de los mercados de nuestra región, (...) postergaron la construcción de una política comercial común”, sostuvo.
“A Uruguay no le preocupa que la proporción de su comercio destinado al Mercosur se haya reducido fuertemente (de 50% a 20% desde fines de los 90) si eso es consecuencia de haber logrado diversificar mercados”, dijo Nin Novoa.
“Nos inquieta ver reducido el comercio absoluto hacia el Mercosur producto de disfunciones en nuestra zona de libre comercio”, enfatizó el ministro.
Nin Novoa elogió la “actitud” del nuevo gobierno argentino de Mauricio Macri “para atender ese aspecto”, con la cual “ha brindado aires renovados al Mercosur”.
Los años de gobierno de Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015) estuvieron marcados por trabas comerciales para evitar fuga de capitales y medidas proteccionistas paraarancelarias que provocaron rispidez entre los socios del bloque.
El canciller brasileño, Mauro Vieira, dijo que el Mercosur se encuentra en las “vísperas de un paso decisivo”, en referencia al “acuerdo birregional con la Unión Europea”.
Los dos bloques esperan intercambiar ofertas de desgravación el próximo 11 de mayo en Bruselas. Para el brasileño, se trata de una “demostración de la capacidad del Mercosur de negociar en bloque” y un “acierto de esta forma de negociación”.
Lo cierto es que el acuerdo con la UE lleva más de una década de espera, y la tesitura de una negociación en bloque hizo que la falta de una oferta del lado argentino fuera uno de los factores determinantes que frenó el acuerdo en los últimos años.
Uruguay y Paraguay abogan por una modificación de la normativa Mercosur que requiere la anuencia de todos los miembros del bloque para negociar acuerdos con terceros países. En ese sentido, el canciller paraguayo, Eladio Loizaga, pidió dar “nuevo impulso” a las negociaciones con terceros países y eliminar las “restricciones no arancelarias que aún quedan” .
La crisis política por la que atraviesa Brasil, socio fundador del Mercosur, sobrevoló las exposiciones de los participantes del simposio “Reflexiones y desafíos para el Mercosur a 25 años del tratado de Asunción”.
El canciller anfitrión dijo que “el Mercosur debe ser garante del respeto a las instituciones democráticas” de los países que lo integran. “Confiamos que se seguirá el camino adecuado por el bien del Brasil y por el bien del Mercosur”, expresó en relación al proceso de juicio político a la presidenta Dilma Rousseff.
Uruguay había promovido una declaración conjunta de apoyo a Rousseff en la Unasur, una asociación política más extendido que el Mercosur, pero fracasó en su intento de conciliar apoyos. El canciller brasileño no hizo mención a la situación en su país este lunes.
En tanto, el canciller paraguayo volvió a reiterar la postura de Asunción de “no intervención en otros Estados”.
El Mercosur, según datos de la Asociación Latinoamericana de Integración que lleva estadísticas de la región, tenía a fines de 2014 unos 290 millones de habitantes, 4% de la población mundial. Su PIB alcanzó a fines de ese año 3,2 billones de dólares.