Según estas fuentes, los servicios de emergencia les proporcionaron primeros auxilios, comida, agua y mantas a 83 migrantes después de que su barco fuese remolcado en el noroeste del país, cerca de Paphos. Se cree que los migrantes podrían proceder de Siria.
Entre los rescatados por las guardacostas chipriotas había 37 niños, 14 mujeres y 32 hombres, informó la policía. Todos estaban en buen estado de salud. Una mujer embarazada fue trasladada al hospital como medida de precaución.
La policía interrogó a un adulto de cada familia y se acondicionó un centro de recepción de migrantes en las afueras de Nicosia.
El barco había partido de Mersin, en Turquía, el miércoles pro la noche y llegó a aguas chipriotas el viernes por la mañana, cuando el capitán abandonó la nave a causa de un problema del motor, señaló la policía.
Al parecer, el capitán escapó en otro barco, indicó la agencia oficial de noticias de Chipre, que añadió que los migrantes habían pagado entre 3.000 y 10.000 dólares cada uno a los pasadores.
Chipre, miembro de la Unión Europea, está a sólo 100 kilómetros de las costas de Siria, aunque hasta el momento no ha recibido ninguna afluencia masiva de refugiados.
El litoral de Paphos, sin embargo, sí ha sido blanco de los traficantes que operan desde Turquía. En septiembre, la policía localizó a 50 migrantes sirios en esa zona.