La unión de los cazadores polacos PZL indicó haber abatido, a petición de los ministerios de Medio Ambiente y de Agricultura, a 164.000 jabalíes desde abril de 2018, acercándose a la cuota fijada de 185.000 para la temporada 2018-2019.
El ministerio de Medio Ambiente ordenó a la organización matanzas masivas durante los tres próximos fines de semana, lo que desencadenó un aumento de las protestas de los defensores de animales. El miércoles por la noche, los manifestantes se congregaron delante del parlamento polaco, algunos disfrazados de jabalíes, con pancartas con mensajes que denunciaban la “masacre de los jabalíes”.
Están previstas otras manifestaciones en varias ciudades de Polonia en los próximos días. Científicos polacos enviaron una carta al primer ministro Mateusz Morawiecki, en la que pedían el cese “inmediato” de las matanzas y recomendaban alternativas como el uso de desinfectantes en los criaderos de cerdos para detener la epizootia.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) exigió igualmente el fin de los sacrificios masivos de jabalíes, y advirtió de sus consecuencias a largo plazo sobre los ecosistemas. “Los jabalíes son una especie clave en el ecosistema, atacan a insectos nocivos y son una fuente esencial de comida para los lobos”, señaló Piotr Chmielewski, un experto en biodiversidad de WWF en Polonia.
El primer caso de peste porcina africana entre los jabalíes fue detectado en Polonia en 2014, una contaminación sospechosa de provenir de la vecina Bielorrusia. La fiebre porcina africana es inofensiva para el hombre, pero generalmente mortal en pocos días para los jabalíes y los cerdos. Polonia es un proveedor de carne de cerdo en la Unión Europea, de la que exportó cerca de mil millones de euros en 2017.