“Lo que vivimos ahora es algo que nos seguirá ocupando los próximos años, nos cambiará, y queremos que el cambio sea positivo y pensamos que podemos lograrlo”, declaró la canciller alemana Angela Merkel.
Por su parte el presidente francés François Hollande anunció que su país va a acoger a 24.000 refugiados en los dos próximos años del total de los 120.000 que la Comisión europea quiere realojar en Europa.
La Comisión propondrá el miércoles ante el parlamento europeo repartir esos 120.000 refugiados en los dos próximos años. Esta propuesta se añade a la reinstalación de otros 40.000 migrantes anunciada en mayo, y que solo afectaba a los que se hallaban en Italia y Grecia.
También en el Mediterráneo prosiguen las llegadas masivas a las islas griegas del Egeo oriental, procedentes de las cercanas costas turcas.
Es el caso de Lesbos, que según el ministro griego de política migratoria, Iannis Mouzalas, está “a punto de explotar” por la presencia de “entre 15.000 y 17.000 refugiados”, el equivalente de una quinta parte de su población total.
Las islas griegas son una de las primeras etapas del periplo europeo de decenas de miles de refugiados y migrantes que huyen de los conflictos y la pobreza en Medio Oriente, Asia y África.
La Comisión Europea propondrá a Francia, Alemania y España que reciban de ese total de 120.000 a 71.305 solicitantes de asilo llegados a los países del bloque.
La Comisión pedirá así que Alemania acoja a 31.443 de los solicitantes de asilo que llegaron a Italia, Grecia y Hungría, es decir el 26,2%, a Francia 24.931 (20%) y a España 14.931 (12,4%).
De esta forma, los tres países recibirán a la mayoría de refugiados. Sin embargo, y ello demuestra la magnitud del problema, Alemania espera recibir 800.000 solicitudes de asilo este año, cuatro veces más que el año pasado.
Por ello, Merkel apela a un “esfuerzo de la Unión Europea”.
Hollande propuso organizar en París una conferencia internacional sobre la crisis de inmigración que vive Europa, en momentos en que varios países de Europa del este no quieren sumarse al esfuerzo conjunto.
Por su lado, Viktor Orban, primer ministro de uno de esos países, Hungría, consideró este lunes prematuro debatir sobre el sistema de cuotas de repartición de refugiados mientras el flujo de migrantes no esté controlado.
“Mientras no podamos proteger las fronteras exteriores de Europa, no tiene sentido debatir sobre el número de personas que podemos acoger” afirmó en Budapest.
El flujo de migrantes no deja de crecer, en especial desde que Berlín decidiera no reenviar a los sirios al país por el que entraron a Europa.
“Más de 10.000” nuevos refugiados deben llegar este lunes a Múnich (sur), anunció el presidente del distrito de Alta Baviera, Christoph Hillenbrand.
La Deutsche Bahn, la compañía nacional de ferrocarriles, indicó que en los “últimos días” 22.000 personas repartidas en 100 trenes habían pasado la frontera.
Merkel aludió este lunes a un fin de semana “emocionante e impactante”, en el que llegaron a Alemania esos más de 20.000 refugiados procedentes mayoritariamente de Siria.
Por ello la canciller se “alegró de que Alemania se haya convertido en un país que la gente asocia a la esperanza; es algo muy valioso si miramos nuestra historia”.
Centenares de voluntarios se congregaron el fin de semana en las estaciones de tren alemanas para entregar a los refugiados agua o comida, con pancartas en las que se podía leer “Refugees welcome!” ("Refugiados bienvenidos").